La Guardia Urbana de Barcelona impuso 21.030 multas a patinetes eléctricos en 2022, cifra que triplica la de 2019 (6.546), año en que el volumen de tráfico no se vio afectado por la pandemia. La mayoría de las denuncias, 13.389, fueron por circulación de riesgo. Así lo ha señalado este jueves el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, durante la presentación del balance municipal de siniestralidad vial del año pasado.
El estudio muestra, asimismo, que los accidentes de estos vehículos en 2022 fueron un 78,3% más que en 2019, al pasar de 488 a 870. Sin embargo, solo hubo cinco conductores de patinetes eléctricos heridos de gravedad.
"Los vehículos de movilidad personal siguen aumentando y sigue creciendo su implicación en la siniestralidad y esto nos preocupa", ha señalado la teniente de la alcaldía y concejala de Movilidad, Laia Bonet. En este sentido, ha recordado que este febrero se llevará a aprobación inicial la modificación de la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos para que a partir de abril sea obligatorio llevar casco para ir con patinete y esté prohibido que monte en cada uno más de una persona.
"Se trata de un modo de transporte que ha venido para quedarse y estamos en proceso de ordenar conductas", ha dicho, por su parte, el jefe de la Guardia Urbana, el Intendente Mayor Pedro Velázquez.
El balance de siniestralidad muestra que durante 2022 hubo 7.202 siniestros de tráfico con víctimas en la ciudad, un 22,2% menos que en 2019.
Los heridos disminuyeron un 23,6%, al pasar de 11.832 a 9.042, y los heridos graves bajaron un 14,6%, de 202 a 172. En cuanto a las víctimas mortales, fueron 23, una más que en 2019.
Pese a las mejoras, Batlle ha señalado que "detrás de cada dato estadístico hay vidas humanas" y que "en siniestralidad viaria, el único dato bueno es cero".
El teniente de alcaldía de Seguridad, asimismo, ha lamentado que existe "un problema grave con la movilidad de las motos", pues de los 23 fallecidos, 15 conducían motocicletas y uno, un ciclomotor -el resto eran un conductor de un turismo, cinco peatones y el pasajero de un turismo-.
Además, de los 172 heridos graves en 2022, los motoristas fueron 85. Los colectivos vulnerables (conductores y pasajeros de vehículos dos ruedas a motor, ciclistas, conductores de patinetes y peatones) supusieron el 85% de estos heridos.
El Ayuntamiento de Barcelona y la Dirección General de Tráfico (DGT) han firmado un acuerdo de colaboración para disminuir la siniestralidad asociada a las motos, ha apuntado Bonet.
El balance de 2022 refleja, por otro lado, que las principales causas directas de los accidentes de viandantes fueron no obedecer el semáforo y cruzar sin usar los pasos de peatones. Los motivos más frecuentes de los siniestros de vehículos fueron la falta de atención y no respetar la distancia de seguridad.
Las principales causas indirectas de los accidentes fueron el consumo de alcohol, el mal estado de la calzada y el consumo de sustancias estupefacientes. El jefe de la Guardia Urbana ha informado de que en 2022 hubo 11.367 controles de alcoholemia que dieron positivo, un 59,7% más que en 2019 (7.100), y 2.933 positivos en droga, un 52,5% más que en 2019 (1.923). "Son cifras que nos preocupan mucho", ha dicho.
El balance de siniestralidad también señala 13 zonas de concentración de accidentes en la ciudad. En cada una se produjeron más de 10 siniestros con lesionados el año pasado. La lista la encabezan General Mitre con Balmes (20), Gran Via de les Corts Catalanes con Comte d'Urgell (19) y Gran Via de les Corts Catalanes, 304 (17).
Velázquez ha afirmado que los distritos de Barcelona con más siniestralidad son el Eixample, Sant Martí y Sants-Montjuïc.
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