La avenida Ausiàs March, una de las autopistas urbanas de acceso a la ciudad de València por el sur a lo largo de 1,2 kilómetros de longitud, se transformará en un bulevar con zonas verdes y peatonales en sus márgenes con la reducción de un carril por sentido para el tráfico motorizado y con la eliminación de las vías de servicio laterales. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento tiene previsto aprobar este viernes una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para reurbanizar y renaturalizar esta arteria de entrada desde la Pista Silla, una de las más transitadas de la ciudad con hasta 71.000 vehículos los días laborables, según los datos de diciembre de 2022 del Servicio de Movilidad Sostenible.

La propuesta de la Concejalía de Urbanismo pasa por quitar espacio a los coches, potenciar la movilidad sostenible (con carril bici, prioridad para los autobuses y espacio para la futura L12 del tranvía hasta el Hospital La Fe) y habilitar zonas verdes y peatonales a los laterales, para alejar el ruido y la contaminación de las viviendas.

La vicealcaldesa y responsable de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha abogado en la presentación del plan por la "dignificación" de las viviendas "que están frente a una gran avenida". Según ha afirmado, residir junto a una vía de este tipo "no tiene por qué condenar a vivir siempre rodeado de contaminación acústica y medioambiental, con las graves consecuencias que eso tiene para tu vivienda y para tu vida".

La idea del Ayuntamiento pasa por conjugar el carácter de arteria de entrada y salida de la ciudad de Ausiàs March con la existencia de zonas verdes y peatonales "para mejorar la calidad de vida" de los residentes, en palabras de Gómez. Además, el objetivo es desincentivar el uso del vehículo privado para acceder al centro de la ciudad en la línea con los proyectos de peatonalización de plazas y de avenidas.

 De hecho, esta avenida desemboca en la V-31 (la conocida como Pista de Silla), que soporta una intensidad de tráfico de más de 100.000 vehículos los días laborables. Una vez en la avenida, esta volumen desciende hasta 71.000, 50.000 y 45.000 coches, dependiendo de los tramos. Además, el 73% de los desplazamientos hacia la ciudad desde este corredor sur se producen en coche, frente al 22% en transporte público.

De este modo, el cambio en el Plan General permitirá una modificación en los usos de la vía, que en la actualidad tiene un 78% del espacio (en total ocupa una superficie de 81.900 metros cuadrados) dedicado al tráfico motorizado y solo un 22% para el peatón y la movilidad sostenible. En el nuevo escenario, las proporciones se invertirán, ya que los peatones y el transporte sostenible tendrán el 66% de la superficie (53.000 m2), mientras que los vehículos de motor ocuparán el 34% del espacio (27.300 m2). Estos cambios se producirán reduciendo un carril por sentido a los coches.

La propuesta ubicará las zonas verdes en los laterales de la avenida, lo que creará una frontera verde que separará las fachadas de las viviendas del tráfico de los vehículos. Esta modificación generará también espacios de encuentro ciudadano como zonas verdes o plazas, coserá los barrios, dinamizará la vida comercial y creará espacios públicos en Malilla, En Corts, Na Rovella y la Font de Sant Lluís, apuntan desde el Ayuntamiento. Los potenciales beneficiarios son los casi 45.000 residentes de estos cuatro barrios.

Una vez aprobada la modificación del PGOU, se licitará el diseño de la reurbanización de la avenida, que resolverá cuestiones como el futuro de las pasarelas elevadas o las plazas de aparcamiento, entre otros asuntos.

Contra el efecto isla de calor

Gómez se ha referido a la publicación de un estudio que tasaba el impacto de las olas de calor en 900 muertos al año en las grandes ciudades de España y que señalaba al asfalto, la falta de arbolado y al exceso de contaminación y de tráfico como principales factores causantes del aumento de las temperaturas y del efecto isla de calor. 

"Queremos darle la vuelta a esto. Si nos hemos merecido el nombramiento como capital verde europea es porque nos preparamos con proyectos como estos para afrontar las consecuencias del cambio climático y para generar espacios más verdes y renaturalizados, a la vez que generamos espacios sociales y compartidos para todos los vecinos y vecinas de Malilla, en Corts y la Font de Sant Lluís", ha añadido.