Ribera ultima la reordenación de las zonas marinas para poder instalar eólica flotante frente a Galicia, Cataluña, Andalucía y las islas

La turbina eólica marina H260-18.0 ha conseguido el récord del aerogenerador más grande del mundo.
Una turbina de eólica marina.
CSSC Haizhuang
La turbina eólica marina H260-18.0 ha conseguido el récord del aerogenerador más grande del mundo.

El Ministerio de Transición Ecológica prepara la reordenación del uso de las cinco demarcaciones marítimas españolas que se plasmará en los Planes de Ordenación del Espacio Marino (POEM) que por primera vez fijarán zonas donde podrán instalarse infraestructuras flotantes de energía eólica frente a las costas de Galicia, Cataluña, Baleares, Andalucía y Canarias. La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, dijo hace unas semanas que estarán listos "muy pronto", a pesar de que el sector percibe que ha dejado de haber movimientos sobre unos planes que empezaron a gestarse en 2021 y que acusan un notable retraso y por el que la UE apremió el año pasado al Gobierno.

En el sector comparan el POEM como un "plan urbanístico", pero de las cinco zonas en las que está troceada la costa española -noratlántica, sudatlántica, Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria-. Su cometido es establecer los usos que puede dársele a sus distintas zonas teniendo en cuenta sus circunstancias y características. Así, de acuerdo a los borradores que existen, en las distintas demarcaciones se acotan áreas, que pueden o no coexistir, para la conservación de la biodiversidad, la investigación y el desarrollo, actividad portuaria, protección del patrimonio cultural, para la Defensa Nacional, para la navegación y la acuicultura marina, además de la pesca. Y, como novedad con respecto a los POUM vigentes, de 2017, el Ministerio ha identificado también áreas prioritarias o de "alto potencial", también "para la energía eólica marina de carácter comercial".

Esto supone la instalación de tecnología flotante para la generación de energía eólica, unos planes que cuentan con ciertos recelos por parte de los ecologistas, que quieren que exista una buena planificación, y de algunas administraciones, que se plantean qué ocurrirá si los molinos se ven desde la costa. Lejos de verlo como un problema o quizá para minimizarlo, el Miteco compara estas infraestructuras con los faros o minimiza el grado de descontento con la idea de que ciudadanos y turistas preferirán ver cómo se genera electricidad con energía renovable.

En una reciente entrevista a La Vanguardia, el director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) y una de las personas más relevantes de la Transición Ecológica que pilota Ribera, Joan Groizard, explicó que con los POUM que se quieren aprobar este año, lo previsible es pensar que la eólica marina pueda estar operativa " a final de esta década" porque no se trata de infraestructuras como la eólica terrestre, sino una nueva, de tipo flotante, que requiere "tecnología mucho más moderna y novedosa y que no está aún tan consolidada como la eólica terrestre". El planteamiento del Gobierno es que una vez que este listo, los proyectos de eólica marina se adjudiquen por concurso y subastas y se autorizarán aquellos que "se integren adecuadamente en el entorno, tanto ambiental como socialmente".

Reducción del área

De momento y hasta conocer el borrador definitivo que terminará diseñando el Ministerio, en diciembre pasado ya se produjo  un cambio, una reducción del área en las que se podrá instalar eólica marina con respecto a los planes previos de Ribera.

En un principio, Transición Ecológica identificó más áreas dentro de las demarcaciones nordatlántica, levantino-balear, Estrecho y Alborán y Canarias de las que finalmente será elegibles para instalar allí infraestructuras flotantes de energía eólica. Organizaciones como Ecologistas en Acción protestaron porque en los primeros borradores no se hacía mención a la pesca, algo que creían cuanto menos "chocante" al tratarse de la ordenación de espacios marinos y porque "se le daba mucha importancia a la energía eólica", hablando de zonas prioritarias para instalarla, que han desaparecido del proyecto que parece que será el definitivo. De la misma manera que se introdujo el "otorgar especial atención a las pesquerías tradicionales", el estudio ambiental arrojó una reducción de zonas donde podría ubicarse la eólica marina.

"Ecologistas en Acción no está en contra de la eólica marina, todas las renovables son necesarias, pero como decimos en [la instalada en] tierra, una de las partes importantes es la planificación, que tenga el menor impacto posible", explica Eneko Aierbe, responsable de Área Marina de esta organización, una de las que participan en la elaboración de los planes como miembros del Consejo Asesor de Medio Ambiente.

El cambio se hizo oficial en diciembre, cuando el BOE publicó la declaración ambiental estratégica de los POEM -uno de los últimos pasos para aprobarlos- donde entre otras consideraciones "se modifica y reduce la propuesta inicial de zonas para el desarrollo de la eólica marina para evitar o minimizar su afección sobre la actividad pesquera y la biodiversidad".

Los cambios suponen reducir las dimensiones de siete de las ocho zonas identificadas desde la costa de la provincia de Pontevedra hasta Asturias "para minimizar la interacción con artes de pesca de fondo: arrastre, palangre y enmalle" o que eliminar un emplazamiento cerca del Estrecho, frente a la costa en la frontera entre Cádiz y Málaga y reducir también el tamaño de dos de las tres zonas, fusionando dos que antes se situaban frente a la costa de Málaga una y frente a la de Granada otra en una sola, "para minimizar la interacción con pesca de arrastre".

También como consecuencia de la declaración ambiental, en la demarcación levantino-balear, que abarca desde Almería hasta Girona e incluye las islas Baleares, Miteco eliminó una zona para eólica marina frente al Cabo de Gata y una de las tres que se habían ubicado al este de Menorca "para minimizar la interacción con [la pesca de] arrastre". Por lo que respecta a la demarcación canaria, se elimina una de las zonas previstas frente a la costa de Gran Canaria y se fusionan en una sola otras dos áreas inicialmente planeadas en Tenerife y en Lanzarote.

Grandes condicionantes

Además de la necesidad de que la eólica marina no afecte a otras actividades y sobre todo a la pesca, el proyecto para generar este tipo de energía renovable frente a las costas españolas cuenta como dificultad con el hecho de que hay pocas zonas capaces de reunir los criterios que se precisan sobre profundidad de las aguas o distancia a la costa.  

Según un documento de trabajo del Ministerio, la energía eólica marina tendrá uso comercial como el que se busca cuando el viento alcance una velocidad de 7,5 metros por segundo a entre 100 y 140 metros de altura, la profundidad de las aguas no podrá superar los 1.000 metros y estas infraestructuras deben estar próximas a una zona de tierra con infraestructuras eléctricas adecuadas. Por el contrario, no pueden situase en zonas marinas de especial protección, en el espacio marino costero al norte de Barcelona y del Estrecho de Gibraltar o que sean valiosas por aves marinas o por tratarse de zonas de hábitats de interés comunitario.

El Ministerio prevé que los parques eólicos marinos "ocuparán el menor espacio marino posible", que no debe solaparse con zonas para otros usos, aunque el departamento de Ribera contempla la posibilidad de que se estudie si pueden coexistir con actividades de pesca y acuicultura o si hay embarcaciones que podrías navegar dentro de las áreas donde se instalen.

Lo que sí está claro es que la eólica marina no debe dificultar las vías de aproximación a los puertos, no puede estar en zonas de alta densidad de tráfico marítimo, no interferir en zonas de servidumbre aeronáuticas y debe evitar "interferencias" con el sector pesquero.

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