La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso del varón con iniciales G.B.C, a quien las acusaciones pública y particular habían pedido cinco y siete años de cárcel, respectivamente, por agredir sexualmente en 2021 a su entonces pareja en su vehículo.

En su sentencia, la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial ha optado finalmente por absolver al encausado como consecuencia de las numerosas contradicciones incurridas por la denunciante entre lo que dijo en su día y lo declarado en el juicio, con hasta cerca de una decena de variaciones, con lo que no se cumple el criterio de persistencia en la incriminación, según informaron a EP fuentes jurídicas.

La vista oral se celebró el pasado día 17 de enero, de forma pública, y en ella el ahora absuelto, se declaró inocente tras reiterar que el 30 de enero de 2021 él y la joven, con la que acababa de iniciar una relación, tuvieron sexo en su coche en un descampado situado en las inmediaciones del Puente de la Hispanidad.

El acusado, de 34 años, explicó que la amistad entre ambos era reciente, de unos dos meses, tras conocerse en el Orco Rojo, una tienda de juegos de rol, y que las relaciones sexuales fueron plenamente consentidas por la denunciante.

La joven padece un 40% de discapaciad

La joven de 25 años, que padece un cuarenta por ciento de discapacidad a causa de un trastorno psicológico previo a estos hechos, relató que la tarde del 30 de enero, el acusado la llevaba en su coche para recoger un libro en la Biblioteca de las Delicias cuando, en un momento dado, se desvió y paró en un descampado cerca de Vallsur con el pretexto de mostrarle su ejército de figuras de rol. Pasaron a los asientos traseros y él, siempre según su versión, le bajó los pantalones y la agredió sexualmente.

A las preguntas del fiscal sobre si la joven que le denunció consintió tener sexo con él en el coche cerca del Puente de la Hispanidad, G.B.C. respondió categóricamente: "¡Claro que sí!". De hecho, precisó que esa misma tarde, después de los hechos objeto de la presente causa, la joven le mandó un mensaje en los siguientes términos: "¿Lo pasaste bien? Porque yo, sí".

Esa misma tarde el acusado la bloqueó en redes sociales después de enterarse, esa misma tarde, que había estado con otro hombre, lo que llevó a G.B.C. y a su letrado a pensar en la posibilidad de que la denuncia fuera por despecho. "Nos estábamos conociendo, con expectativas de tener una relación sentimental", insistió G.B.C.

Un ambiente familiar hostil

La denuncia de lo ocurrido no fue presentada por la joven hasta pasados unos seis meses, algo que justificó en el hecho de que ni siquiera su propio padre la creyó cuando el mismo día de los hechos le contó lo sucedido, de ahí que no acudiera a comisaría hasta que abandonó el domicilio familiar.

"Mi padre es muy católico y creía que la culpa había sido mía por ser mujer, mientras que a mi madre un ginecólogo le parece el demonio", sostuvo la joven resumiendo el ambiente familiar hostil y represivo al que se veía sometida y que motivó su tardía denuncia por "unas relaciones sexuales que en ningún momento fueron consentidas".

En su relato de lo ocurrido, la mujer apuntó que tiene denunciado a su propio padre por violencia familiar. Además, añadió que su progenitor ejercía un control estricto de su teléfono móvil, por lo que no descartó que fuera él mismo que escribió el mensaje a G.B.C. diciendo que había disfrutado del encuentro.

El padre considera a su hija una "enferma"

Sin embargo, el padre compareció también en el juicio para negar dicho extremo y recordar que su hija tiene graves problemas psicológicos. "¡Mi hija está enferma, no es fiable, no de doy credibilidad, no puedo declarar en contra de alguien para enterrarle en vida porque esto ha ocurrido ya con otros chicos!", declaró el progenitor. "Se trata de una persona que en Internet se está ofreciendo y mandando fotos de ella explícitas. Las ha montado gordísimas", añadió.

También declaró la persona a la que la joven contó aquella misma tarde lo ocurrido, A.R.D, quien es hoy su pareja sentimental. El testigo manifestó que quedó con la joven y la vio "desencajada, se derrumbó y empezó a llorar". Tras consolarla, el hoy novio de la joven indicó que la acompañó al domicilio familiar donde ella relató lo ocurrido, aunque su progenitor no pareció darle mucho crédito y no hizo nada.