El pasado 21 de enero se cumplieron 100 años del nacimiento de Lola Flores, una de las artistas más grandes y queridas por los españoles. Ya hace 27 años de su muerte, pero nadie la olvida. Además, sus hijos y nietos se han encargado de seguir manteniendo vivo el espíritu de la Faraona.

Muchos de los rostros de su familia han continuado con la profesión de Lola Flores. Sin embargo, hay algunos que han decidido permanecer en un segundo plano, sin acaparar el protagonismo. Es el caso de Lola Orellana, la hija de Rosario Flores.

La joven, que fue fruto de la relación de la cantante con Carlos Orellana, nació en octubre de 1996, poco más de un año después de la muerte de su abuela. Supuso una gran alegría para toda la familia, puesto que la tristeza les perseguía desde el adiós de la artista y de Antonio Flores.

Al igual que sus primas, Alba Flores y Elena Furiase, Lola dedica su vida al mundo de la interpretación. Sin embargo, a ella le gusta más estar detrás de las cámaras. Estudió en Londres y ha ejercido de ayudante de dirección en Juego de Tronos. Además, ha trabajado como asistente de casting de Dime quién soy, de Movistar+.

Orellana también ha desarrollado su faceta artística creando su propia línea de camisetas. En ellas plasma dibujos reivindicativos pues es una gran defensora de la raza gitana, entre otras cosas, como ya lo fue su abuela, Lola Flores.

Otra de sus grandes pasiones es la música. En Instagram lo muestra a veces con sus publicaciones y, además, cuando tenía tan solo siete años decidió formar su propio grupo de música junto a Lucía Fernanda, la hija de Antonio Carmona y Mariola Orellana. Lo llamó India Gitana, que precisamente es el nombre que ha elegido para sus redes sociales propias.

Lola Orellana, que es el gran orgullo de su madre, se encuentra enamorada de Antonio García Iguaz, cantante de Naked Family. Sin embargo, es un poco reacia a mostrar su vida amorosa en las redes sociales, por lo que poco se sabe de esta relación.