Miles de personas (31.000, según la Delegación del Gobierno, 500.000 según los organizadores) se han dado cita este sábado en el centro de Madrid para participar en una manifestación contra las políticas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que los asistentes han dedicado adjetivos como "fascista", "dictador" o "traidor".

La cita tuvo lugar este mediodía en la plaza de Cibeles y las calles de su alrededor, donde los manifestantes exigieron a Pedro Sánchez su dimisión por su "plan de mutación constitucional".

Júlia Calvet y Nacho Trillo fueron los encargados de subir a un escenario instalado frente al Ayuntamiento de Madrid, donde leyeron un manifiesto con el que hicieron un llamamiento a "defender la democracia, defender la Constitución, defender una España unida de ciudadanos libres e iguales en derecho".

El manifiesto fue varias veces interrumpido por las proclamas del público, como "Libertad, libertad, libertad", "España unida jamás será vencida", "Gobierno, dimisión", o acusaciones de "traidor" o "mentiroso" dirigidas a Pedro Sánchez.

La manifestación había sido convocada por Fundación Foro Libertad y Alternativa, Foro España Cívica, Convivencia Cívica Catalana, Libres e Iguales y Neos, y apoyada por otras 64 asociaciones de la sociedad civil.

La protesta en Cibeles tenía el objetivo de denunciar "la deriva política" que se está produciendo en nuestro país, así como denunciar el "plan de mutación constitucional" que Sánchez quiere "ocultar a ojos de la ciudadanía".

Si Sánchez no se detiene, terminaremos en una democracia defectuosa e incompleta y en una España desprestigiada, decadente y menguada

Según el manifiesto, se trata de "un plan de mutación constitucional que está siendo acordado con los representantes del populismo totalitario, los nacionalistas secesionistas y los herederos del discurso del terror de ETA".

El texto advierte de que "lo que se pretende es cambiar la Constitución" y alerta de que el plan de Sánchez está "corroyendo nuestra democracia, socavando nuestras instituciones y dividiendo a la población". 

"Si no se detiene, terminaremos en una democracia defectuosa e incompleta y en una España desprestigiada, decadente y menguada", añadió el texto que se leyó en Cibeles.

Según el texto, "los españoles no hemos votado lo que está sucediendo", por lo que se hizo un llamamiento a la sociedad civil y a los partidos "comprometidos con el orden constitucional y la soberanía indivisible para unirnos en un clamor que demuestre que rechazamos la deriva política que ha tomado España".

"El Gobierno y el PSOE deben tomar nota de la masiva oposición a sus pactos y políticas que refleja este acto", prosiguió el comunicado. "Y todas las fuerzas y actores políticos deben tener claro que la ciudadanía exige una España unida de ciudadanos libres e iguales en derechos, una democracia fuerte, con instituciones independientes y con prestigio, una España con vigor, inteligencia y energía para oponerse a sus enemigos y avanzar decidida hacia un brillante futuro común", concluyó.

La lectura del manifiesto acabó con aplausos y vítores a la Constitución, al rey y a España y sonó el himno nacional.

Abascal, único líder político presente

El único líder político nacional que ha acudido a la manifestación ha sido el presidente de Vox, Santiago Abascal, que en declaraciones a los medios se ha mostrado "convencido" de "la necesidad de una movilización permanente y masiva hasta la expulsión del autócrata Pedro Sánchez del poder".

Abascal cree que "hay un Gobierno que hay que echar y que ha enfrentado a los españoles". "Impone ideologías totalitarias ya que intenta comprar a los medios de comunicación con el dinero de todos", agregó.

Sánchez llama "nostálgicos y excluyentes" a los manifestantes de Madrid y Barcelona y carga contra Feijóo y Abascal

!Frente al peor Gobierno de la democracia, de la mentira a los electores y los pactos oscuros con enemigos del orden constitucional y de la unidad de la nación, estamos en el mejor lugar que podíamos estar", dijo.

Abascal aprovechó para acusar al Gobierno de "pisotear" la Constitución, "encerrando ilegalmente a los españoles" y de "soltar a violadores, terroristas y golpistas", además de "amenazar a la oposición rodeado de multimillonarios en foros internacionales".

El PP, sin Feijóo

Por su parte, el Partido Popular estuvo representado por el vicesecretario de Organización del Partido Popular, Miguel Tellado, que acusó a Sánchez de avivar la polémica del aborto en Castilla y León para "tapar todo lo que ha hecho", como las rebajas de penas de los líderes secesionistas o la salida a la calle de violadores por la 'ley del sólo sí es sí'.

Tellado dijo que "ya ha dicho todo lo que tenía que decir" sobre el asunto del aborto en Castilla y León, y cree que es "una polémica estéril que interesa al PSOE porque con ella han tratado de tapar todo lo que ha hecho el Gobierno de España".

"Es una polémica que ha interesado especialmente al PSOE, que ha demostrado que su defensa de los intereses de las mujeres es más propaganda que otra cosa", ha dicho Tellado.

Arrimadas y Villacís, en contra de la dirección de Cs

Por parte de Ciudadanos, la exlíder de la formación Inés Arrimadas y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, no siguieron el criterio de la nueva dirección del partido, liderada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, y acudieron a la protesta.

La que habló ante los medios fue Villacís, que dijo que es necesario "revertir todo lo que se ha hecho en los últimos años por el Gobierno para desarmar el Estado de Derecho".

"Hay tres palabras que a todos constitucionalistas no nos tienen que dar miedo y siempre tenemos que reivindicar: España, Democracia y Constitución", ha dicho la vicealcaldesa madrileña.

Además, al acto acudieron, entre otros, la exdirigente de UPyD Rosa Díez, el ex político del PP Aleix Vidal-Quadras, el filósofo Fernando Savater y el escritor Andrés Trapiello.