La Marina de Brasil ha prohibido este viernes el atraque del portaviones NAe Sao Paulo (A12) ante el "elevado riesgo" de que se hunda y contamine la costa del país con materiales tóxicos, enviándolo mar a dentro. La embarcación, adquirida por Brasil en 2001, había sido vendida como chatarra a una empresa turca por 2 millones de dólares, pero nunca llegó a su destino.

La decisión tomada por la Marina, a través de la Autoridad Marítima Brasileña, deja en el limbo la situación de este gigantesco buque de guerra en desuso que vaga por el Atlántico desde agosto de 2022, cuando puso rumbo a Turquía para su reciclaje.

La embarcación, comprada por el astillero turco Sök, fue devuelta a Brasil a mitad del trayecto tras el veto de las autoridades turcas por las denuncias ante una posible alta concentración de amianto, sustancia reconocida como cancerígena.

La Justicia de Brasil impidió a su vez que atracara en el puerto de Suape, uno de los más importantes del país, situado en la región metropolitana de la ciudad de Recife, aumentando la incertidumbre sobre el futuro del portaviones.

Enviado mar a dentro

La Marina, a través de un comunicado, ha prohibido este viernes que el último portaviones de la flota brasileña "aproximarse a aguas territoriales" o "terminales portuarios, dado el alto riesgo que representa, con posibilidad de que encalle, se hunda o bloquee el canal de acceso a algún puerto nacional".

Además, ha ordenado que ponga dirección a una región "de mayor profundidad", lejos del litoral brasileño, con el objetivo de "garantizar la seguridad de la navegación y prevenir una posible contaminación ambiental de la costa y sus puertos". Después de una recite inspección en el casco del portaviones, han constatado una "grave degradación de las condiciones de flotabilidad y estabilidad".

Asimismo, han afirmado que Sök "no adoptó las providencias necesarias para la manutención del casco", pues sigue sin estar cubierto por un seguro, ni existe un contrato para su atraque o la reparación del mismo, entre otras exigencias impuestas por las autoridades brasileñas. "Actualmente, el casco presenta una progresiva degradación, según los informes de inspección realizados en los meses de octubre y diciembre de 2022", ha indicado la Marina.

El A12 fue construido en Francia en 1963 y sirvió al país europeo bajo el nombre de Foch durante 37 años, tiempo en el que estuvo presente en la guerra civil del Líbano, la guerra del Golfo y otros conflictos. La Marina brasileña lo compró por 12 millones de dólares y lo incorporó a su flota en 2001 hasta que lo desactivó en 2017.