La Policía Nacional ha liberado a cinco víctimas de trata de seres humanos y han detenido a ocho responsables. Una de las víctimas, que tenía discapacidad intelectual, tuvo que ser hospitalizada durante meses al sufrir un accidente laboral tras ser atropellada por un tractor.

Tiempo después de que la víctima pudiera ingresar en un hogar para personas en riesgo de exclusión social sus tratantes lo lograron localizar y retener, pretendiendo atentar contra su vida para que no declarara ante la autoridad judicial. 

Se ha decretado el ingreso en prisión para cinco de los ocho detenidos como presuntos integrantes de una organización criminal en la provincia de Sevilla, que mantenían ocultas a las víctimas con intención de eludir su localización y enviarlas fuera de España para evitar la persecución de su actividad ilícita. 

Las víctimas eran extranjeras en situación irregular, en circunstancias de vulnerabilidad económica y laboral. Una de las víctimas, tras viajar hacia otra localidad, fue localizada por sus tratantes en la estación de autobuses y fue encerrada para que no declarara ante la autoridad judicial. Según los investigadores, el líder de la organización criminal tenía intención de atentar contra su vida.

Los implicados trasladaron a otras víctimas a un lugar aislado para dificultar su localización por parte de la Policía. Pretendían enviarlas fuera de España, de vuelta a Rumanía, para evitar la persecución de su actividad ilícita y la detención. 

Una de las víctimas de trata lo fue también de explotación sexual. Uno de los miembros de la organización criminal huyó a Rumanía y, tras constatar que se encontraba allí, la autoridad judicial emitió una Orden Europea de Detención y Entrega, siendo detenido por la Policía rumana. 

Investigación policial

La actuación policial se inicia al tener conocimiento de la existencia de una víctima de trata de seres humanos, que tenía discapacidad intelectual y que sufrió un accidente laboral al realizar trabajos de recolección en Sevilla. La víctima no tenía documentación ni hablaba español. Fue atropellada por un tractor que le pasó por encima de la cintura, le causó politraumatismos, varias fracturas y hubo de ser hospitalizada durante meses.

El entramado criminal se trasladó posteriormente a la provincia de Salamanca, donde se asentaba para iniciar la temporada de recogida de patatas. Cometían su actividad ilícita en el sector agrícola, movilizándose y siguiendo la demanda estacional para facilitar la explotación laboral.