El ruido es una realidad en el barrio madrileño de Cuatro Vientos, en el distrito de Latina. A diario, los vecinos soportan el ruido de los aviones y helicópteros que aterrizan o despegan desde el aeródromo militar. Acostumbrados a ello, no están dispuestos a normalizar el que supondría el tener allí instalado un cantón de limpieza. Aseguran que no quieren escuchar de madrugada todo el molesto sonido que harían los camiones de basura entrando y saliendo de la instalación. "Es imposible la convivencia con un cantón en una zona en la que hay viviendas, comercios y restaurantes", comenta Mar, una de las vecinas afectadas.  

Por este motivo, han comenzado a movilizarse contra la construcción de un cantón. "Vamos a tener que aguantar el ruido, los malos olores, contaminación lumínica y muchos camiones de limpieza", critican. No es la primera vez. En 2021, iniciaron las primeras protestas debido a que las instalaciones estarían a 50 metros de un bloque de viviendas. La ubicación iba a ser en la Carretera de la Fortuna. Consiguieron su objetivo. El 8 de febrero de 2022, el Ayuntamiento de Madrid anunció que se iba a reubicar ese cantón. 

El cambio de emplazamiento trasladó el cantón hasta la calle Poema Sinfónico, una zona industrial en la que, además de bloques de viviendas, hay diferentes cadenas de supermercados y restaurantes. Aunque en un principio los vecinos del barrio celebraron que el Ayuntamiento cediese a buscar una nueva ubicación, ahora, las protestas han vuelto. Aseguran que el suelo donde ya han comenzado las obras están clasificadas como de uso deportivo, por lo que no podrían llevarse a cabo. Por su parte el Área municipal de Medio Ambiente, preguntada por 20minutos, se resiste a dar respuesta a las inquietudes planteadas por los vecinos.

José González

Descontento ante la reubicación

Mónica Puentes, presidenta de la Asociación de Vecinos de Cuatro Vientos, asegura que una de las principales quejas de los vecinos, más allá del ruido, los malos olores o las posibles plagas, es que "no dará servicio a Latina, sino que será para los distritos de Centro, Chamberí y Tetuán". José Luis, uno de los vecinos afectados, se queja de que "siempre llevan estas instalaciones a las zonas obreras". "Todos pagamos impuestos igual, no entiendo porque tenemos que aguantarlo solo nosotros", añade.

"Hace un año, desde la consejería de Desarrollo Urbano decidieron mover el cantón, pero la nueva ubicación está a tan solo 500 metros de distancia", indica Puentes. Por ello, la problemática contra la que protestaban en 2022, la cercanía con las viviendas, sigue estando presente. 

Diferentes partidos políticos de la oposición, entre ellos el PSOE, han presentado ante la Junta de Distrito de Latina dos propuestas para una nueva reubicación que contentase a todos los afectados, es decir, que estuviese fuera del barrio. Estas fueron aprobadas por mayoría, pero nunca puestas en marcha. Por ello, los vecinos acusan al Ayuntamiento de Madrid de haberse "saltado el acuerdo". "Lo único que han hecho es trasladar el cantón a la parcela contigua", reclama Puentes. 

José González

Por todo ello, están organizando una movilización para el próximo 28 de enero. "Haremos una concentración en contra de la construcción del cantón en el barrio", asegura la presidenta de la Asociación de Vecinos de Cuatro Vientos. Hasta allí irá Ricardo, un vecino que suele usar, como tantos otros, la parcela como parque de perros. "Se va a llenar de camiones y basura, en vez de hacer un espacio útil para los vecinos, como podría ser un parque de perros", asegura este hombre.

La Asociación de Vecinos de Cuatro Vientos tiene pensado presentar una denuncia ante la fiscalía y llevar el asunto hasta el pleno de Cibeles. "Lo que se aprueba en el distrito no sirve de nada, así que seguiremos presionando", explica Mónica Puentes. 

Falta de transparencia

Los vecinos de Cuatro Vientos continuarán movilizándose para protestar contra la construcción del nuevo cantón en el barrio. Sin embargo, las obras ya han comenzado, puesto que los trabajadores ya han puesto cemento sobre el terreno. "Lo tienen todo muy escondido", asegura Puentes. "Hace falta más transparencia porque lo han hecho de espaldas a los vecinos y no sabemos ni qué empresa están realizando la obra", indica. 

Lola, una vecina que suele ir todas las mañanas a pasear a sus dos perros, tampoco sabe más información, a pesar de haber hablado con los propios obreros. "El jefe de la obra nos dijo que no sabía nada sobre el cantón y que ellos lo único que están haciendo son unos vestuarios y un aparcamiento para ocho coches", asegura. 

José González

Además, se quejan de que las únicas obras que se están llevando a cabo en la zona son estas y no otras que podrían ayudar a mejorar la calidad de vida en el distrito. Creen que sería mejor tener alguna dotación deportiva, social o algún centro juvenil. "Ahora mismo solo tenemos una guardería pública para niños de 0 a 3 años", critica Puentes. 

Entre las propuestas que manejan los vecinos afectados es la construcción de un parque para perros. "Este es el único sitio del barrio en el que los perros pueden correr con cierta libertad", asegura Lola. Las vallas de la parcela guardan dentro unas sillas y unas mesas, donde suelen sentarse los dueños de los animales mientras estos corren. "Se ha creado una comunidad canina que va a tener que suprimirse si siguen con la construcción del cantón", explica Nuria, otra de las vecinas indignadas por las obras.