El mundo se calienta y los fenómenos meteorológicos extremos aumentan: la temperatura subió 1,15 grados en 2022

La temperatura global subió 1,15 grados en 2022, cerca de los niveles de alarma.
La temperatura global subió 1,15 grados en 2022, cerca de los niveles de alarma.
ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL
La temperatura global subió 1,15 grados en 2022, cerca de los niveles de alarma.
2022 fue el sexto año más cálido registrado desde 1880.
EFE

El mundo se calienta y los fenómenos extremos se vuelven cada vez más frecuentes e intensos. Es el dramático diagnóstico de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre 2022, en el que la temperatura media global se situó 1,15 grados por encima del mínimo marcado por la era preindustrial, entre 1850 y 1900. Las sequías en el Cuerno de África, las devastadoras inundaciones en Pakistán y las históricas olas de calor en Europa, China y América de este año atestiguan un profundo cambio climático debido a la emisión de gases de efecto invernadero.

Este aumento de la temperatura se sitúa peligrosamente cerca de los 1,5 grados establecidos por el Acuerdo de París como límite y sitúa al pasado año como "el quinto o sexto más cálido" del que se tiene registro. Así se desprende del balance provisional sobre el estado global del clima en 2022 publicado este jueves por la OMM y elaborado en base a seis conjuntos de datos de varias instituciones científicas, entre ellas, el Programa Copérnico de la Unión Europea, la Agencia Meteorológica de Japón y la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos.

El 2022 ocupa esta posición en el histórico de ejercicios más cálidos y no una superior a causa de la persistencia del fenómeno La Niña, que provoca cíclicamente una disminución de la temperatura. Sin embargo, aunque previsiblemente su influencia continuará en el primer trimestre de 2023, este efecto de enfriamiento será "efímero" y no invertirá la tendencia de calentamiento a largo plazo provocada por "los niveles récord de gases de efecto invernadero" que atrapan el calor en la atmósfera.

En este sentido, los datos de la agencia de Naciones Unidas concluyen que 2022 fue el octavo año consecutivo en el que la temperatura media global superó el umbral de un grado por encima de los niveles preindustriales. Lo hizo impulsado por el aumento constante de las concentraciones de gases de efecto invernadero y el calor acumulado en una tendencia que está previsto que continúe, según la OMM.

Hasta la fecha, 2016 ha sido el año más caluroso de la historia, debido a una influencia excepcional del fenómeno El Niño, y 2019 y 2020 completan el podio. Al considerar la última década, la temperatura media entre 2013-2022 fue 1,14 grados más alta que en la era preindustrial, lo que supone un incremento con respecto a los 1,09 grados de promedio del periodo 2011-2020, según apunta la OMM. La organización también señala que, desde los 80, cada decenio ha sido más tórrido que el anterior. 

Más fenómenos extremos

Además de un aumento de la temperatura, el calentamiento global lleva asociada una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de frío y de calor, sequías, inundaciones, incendios y temporales, que afectaron a millones de personas y supusieron pérdidas de billones de euros este 2022. Sin ir más lejos, a finales de diciembre, fuertes tormentas afectaron a amplias zonas de Norteamérica, donde los fuertes vientos, la nieve y las bajas temperaturas provocaron trastornos generalizados en el país.

"En 2022 nos enfrentamos a varias catástrofes meteorológicas dramáticas que se cobraron demasiadas vidas y medios de subsistencia"

"En 2022 nos enfrentamos a varias catástrofes meteorológicas dramáticas que se cobraron demasiadas vidas y medios de subsistencia y socavaron la seguridad sanitaria, alimentaria, energética e hídrica, así como las infraestructuras. Amplias zonas de Pakistán se inundaron, con importantes pérdidas económicas y víctimas humanas. En China, Europa y América del Norte y del Sur se registraron olas de calor sin precedentes. La prolongada sequía en el Cuerno de África amenaza con provocar una catástrofe humanitaria", señala el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

Ante estos datos, con el incremento de los eventos extremos, la OMM recalca la necesidad de perfeccionar los sistemas de alerta temprana para avisar a la ciudadanía de los fenómenos meteorológicos peligrosos y permitir a los Gobiernos reaccionar para minimizar los impactos inminentes. Hasta ahora, un tercio de la población mundial, principalmente en los países menos desarrollados y en las islas en desarrollo, sigue sin estar cubierta por estas herramientas de protección. En África, la situación es aun peor, y el porcentaje sube al 60%.

"Es necesario mejorar la preparación ante estos fenómenos extremos y garantizar que cumplimos el objetivo de la ONU de alerta temprana para todos en los próximos cinco años", afirma Taalas. Y subraya: "En la actualidad, solo la mitad de los 193 países miembros dispone de servicios adecuados, lo que provoca pérdidas económicas y humanas mucho mayores. También hay grandes lagunas en las observaciones meteorológicas básicas en África y los Estados insulares, lo que tiene un gran impacto negativo en la calidad de las previsiones".

Otros cambios significativos

Estas condiciones meteorológicas también afectaron a otros aspectos, como el nivel del mar, que siguió subiendo en 2022 hasta alcanzar un nuevo récord. Desde enero de 2020, ha aumentado casi 10 milímetros, lo que supone aproximadamente el 10% del aumento global desde el inicio de las mediciones por satélite en 1993.

"Es necesario mejorar la preparación ante estos fenómenos extremos y garantizar que cumplimos el objetivo de la ONU de alerta temprana para todos en los próximos cinco años"

También los glaciares se han visto perjudicados. La escasez de nieve en el invierno de 2021-2022, combinada con un verano excepcionalmente cálido en Europa, provocó una pérdida récord del volumen de estas masas de hielo en Suiza, con una bajada del 6% en doce meses. En los últimos 21 años, la caída ha sido de más de un tercio, de acuerdo con la OMM.

En África oriental, las precipitaciones han estado por debajo del promedio en cuatro estaciones húmedas consecutivas, la secuencia más larga en 40 años, y los primeros indicios apuntan a que la actual también podría ser más seca que la media. En toda la región, se calcula que casi veinte millones de personas se han enfrentado a peores niveles de inseguridad alimentaria en los primeros cinco meses del año.

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