El rey emérito cumple 85 años este jueves, 5 de enero, y como en los tres últimos años tendrá que celebrarlo lejos de España, ya que su regreso de Emiratos Árabes Unidos, donde se instaló hace dos años y medio, aún sigue sin tener fecha prevista.

Juan Carlos de Borbón anunció que establecía en Abu Dabi su residencia permanente en marzo del año pasado, donde vivía desde agosto de 2020, cuando se marchó del país a causa de las investigaciones que había abierto la Fiscalía General del Estado por las irregularidades fiscales en sus finanzas que habían salido a la luz.

El emérito tomó la decisión de instalarse de forma permanente en ese país del Golfo Pérsico, donde tiene como anfitrión al príncipe heredero y actual gobernante Mohamed bin Nayaf, pese a que hace casi un año el Ministerio Público dio por cerradas las tres diligencias abiertas en su contra. Juan Carlos I argumentó entonces que allí había encontrado la "tranquilidad" necesaria para el periodo actual de su vida.

No obstante, en la carta que envió al rey Felipe VI para notificarle su decisión, el monarca emérito dejó claro que su intención era poder viajar "con frecuencia a España" para visitar a familia y amigos. La primera de estas visitas, y por ahora única, se materializó apenas dos meses después, en mayo de 2022, y no estuvo rodeada de la "privacidad" que Juan Carlos de Borbón había prometido.

Su visita arrancó con su asistencia a las regatas en Sanxenxo, donde se alojó en la casa de unos amigos, y estuvo rodeada de gran expectación, con la prensa siguiendo al minuto todos sus movimientos por tierras gallegas antes de su esperado regreso al Palacio de la Zarzuela, donde más de dos años después se reencontró con su hijo y con la reina Sofía.

Fue una visita, a la que había sido su residencia durante tantos años en España como jefe de Estado, de carácter privado y de la que no se distribuyeron imágenes, aunque desde Zarzuela se informó de que Juan Carlos I y Felipe VI habían mantenido una reunión y posteriormente habían almorzado junto a otros miembros de la familia.

Las únicas palabras públicas del emérito aquellos días, más allá de para expresar su satisfacción por estar de regreso y poder reencontrarse con la familia, fueron para dejar claro que no tenía ninguna intención de brindar las explicaciones que desde el Gobierno le reclaman que dé a los españoles sobre su conducta. "¿Explicaciones de qué?", replicó a un periodista que le preguntó al respecto en Sanxenxo.

Perfil bajo en los últimos meses

Sin embargo, la reunión a dos que mantuvo con su hijo parece que sirvió para hacerle entender que la conducta mantenida durante la visita no podría repetirse en ocasiones sucesivas, ya que el emérito no solo no volvió a España semanas más tarde, tal y como se esperaba, sino que tampoco lo hizo los meses siguientes. Ni siquiera ha vuelto por Navidad.

Así, en estos meses desde aquella visita de mayo, Juan Carlos de Borbón ha mantenido un perfil más bajo del que había ejercido hasta ese momento, ya que desde Abu Dabi había hecho llegar con cierta frecuencia a la prensa, a través de amigos y personas de su entorno más cercano, su deseo de regresar a España.

Ni quiera ha roto su silencio tras la publicación de un podcast en el que la que fuera su pareja sentimental Corinna Larsen ha aireado las intimidades de su relación, entre otras cosas que le prometió ser "princesa de Borbón" cuando aún era rey si se casaba con él o cómo se produjo el famoso "regalo" de los 65 millones de euros que investigó la Fiscalía en relación al cobro de supuestas comisiones por la adjudicación de las obras del AVE a La Meca a empresas españolas. 

Eso sí, el rey emérito ha conseguido recientemente una pequeña victoria frente a Larsen en la última causa judicial que aún planea sobre su cabeza. El pasado 6 de diciembre, el Tribunal de Apelaciones de Inglaterra y Gales reconoció la inmunidad de Juan Carlos I en las actuaciones previas a su abdicación como rey de España en 2014 ante la demanda por acoso y amenazas que presentó su expareja sentimental.

La demanda tiene que seguir ahora su curso, que podría acabar en un juicio civil, pero sin tener en consideración los hechos presuntamente ocurridos cuando Juan Carlos de Borbón era jefe de Estado, sino que solo se incluirían los hechos que la empresaria sitúa de 2014 a 2020, tras la abdicación. El tribunal aceptó así el recurso de casación del antiguo monarca, reconociendo que este es "inmune a la jurisdicción de los tribunales" de Reino Unido.

Precisamente, fue en este país donde se produjo el último reencuentro familiar. Fue con motivo del funeral de Isabel II, el pasado septiembre, al que asistieron tanto los reyes Felipe y Letizia como los reyes eméritos. El actual jefe de Estado y su padre coincidieron primero en la recepción en el Palacio de Buckingham ofrecida por Carlos III, en este caso sin cámaras, y luego en la ceremonia en la Abadía de Westminster, donde el protocolo británico sentó a ambos matrimonios juntos.

A falta de que se produzca alguna nueva visita de Juan Carlos I a España en las próximas semanas, padre e hijo podrían volver a coincidir nuevamente en Londres el próximo 6 de mayo con motivo de la coronación de Carlos III, ya que, dada la estrecha relación familiar entre ambas casas reales y el precedente del funeral, todo apunta a que ambos serán nuevamente invitados.