Llenar el depósito, sea cual sea el carburante del vehículo, ya es más barato que antes de que la invasión rusa de Ucrania causara un shock mundial en los mercados energético y catapultara los precios del crudo a niveles no vistos en más de una década.

Según el Boletín petrolero de la UE, que se ha publicado este jueves, el precio de la gasolina ha vuelto a caer -y ya van cinco semanas seguidas- hasta situarse en 1,59 euros por litro repostado. Por su parte, el diésel se ha anotado su octava bajada semanal consecutiva y cuesta ahora 1,66 euros el litro. Con estas cifras, si se tiene en cuenta el descuento de 20 céntimos por litro a cargo del Gobierno que todas las gasolineras están obligadas a aplicar desde abril, los carburantes son ya más baratos que antes de que Rusia invadiera Ucrania. De hecho, la gasolina ha vuelto a marcar un mínimo en 2022 y el diésel no estaba tan barato desde el 14 de febrero.

Llenar un depósito de capacidad promedio (55 litros) cuesta ahora 76,45 euros, bonificación incluida. Lejos quedan ya los 106,7 euros que llegó a costar un depósito en el pico de precios registrado a mediados de junio. En el caso del gasóleo, el descenso ha tomado algo más de tiempo porque el peso de Rusia en la producción de diésel que llega a Europa es considerablemente mayor que en la gasolina. Llenar un tanque de 55 litros con gasóleo asciende ahora a 91,3 euros, un 17% menos que lo que llegó a costar en junio.

El precio de los combustibles acumula ya varias semanas a la baja, arrastrados por las importantes caídas que ha registrado el precio del petróleo. El barril de Brent -la referencia del crudo en Europa- se situaba este jueves en 83 dólares, un 36% menos que el máximo de 129 dólares alcanzado en marzo. Los recortes en la producción aplicados por los países de la OPEP+, con los que el cártel pretendía elevar los precios, no están logrando su objetivo por ahora. 

Las malas perspectivas económicas para los próximos meses, con caídas previstas en la demanda mundial, son una de las claves que explica esta bajada en los precios. Conviene recordar que los derivados del petróleo son la fuente de energía más consumida en el mundo y su demanda está muy condicionada por la actividad económica.

Otro de los factores que juegan a favor de la bajada de precios es que el euro ha recuperado parte del territorio perdido frente al dólar. La divisa europea se cambia ahora por 1,06 dólares, un 10% por encima del mínimo registrado en septiembre. El tipo de cambio influye porque la mayoría del petróleo que se intercambia en los mercados mundiales se compra y vende en dólares. Por ejemplo, un barril de Brent al precio actual (83 dólares) se intercambia por 78,3 euros. Sin embargo, si el tipo de cambio fuera el del mínimo de septiembre (0,96 euros por dólar) estaríamos hablando de un precio de 86,4 euros.

El Gobierno estudia acabar con el descuento

La fuerte bajada de los combustibles registrada en las últimas semanas añade presión al Gobierno para que suprima los descuentos a los carburantes. Unas ayudas que aplica desde hace nueve meses y que han sido criticadas por organismos como el FMI o la OCDE, dado que benefician mucho más a las rentas altas y van en contra de la política de reducción de emisiones de la UE. 

El Gobierno ya estudia la posibilidad de limitar estas subvenciones a sectores específicos como el transporte profesional a partir del 1 de enero. En todo caso, los descuentos estarán vigentes hasta el 31 de diciembre pase lo que pase. Habrá que esperar al Consejo de Ministros del próximo martes en el que el Ejecutivo aprobará la prórroga de las medidas del plan de choque para mitigar el impacto de la inflación.

Según la Airef, el Gobierno habrá gastado en 2022 un total de 4.531 millones de euros en bonificar los carburantes, más que en ayudas sectoriales (4.122 millones) y más de lo que ha dejado de recaudar por las rebajas fiscales a la luz y el gas (4.051 millones).