Los ministros de Energía de la UE negocian en estos momentos fijar un límite al precio del gas de 180 euros MWh para las compras que se realicen en su principal mercado, el mercado holandés de futuros (TTF). Sin embargo, según figura en la última propuesta que ha preparado la Presidencia checa esta mañana, se contempla una excepción y este umbral a partir del cual activar el límite podría no aplicarse para el gas que se adquiera con referencia a otros mercados internacionales cuando esto suponga un incremento significativo de los precios.

Este nuevo planteamiento, que los ministros todavía están negociando, ha sido puesto sobre la mesa del Consejo de Energía después de las consultas que se han sucedido a lo largo de la mañana. Supera a una propuesta previa, en la que el ministro checo de Industria y presidente semestral del Consejo, Josif Síkela, planteó a sus colegas que el tope al precio del gas se activara una vez que éste alcanzara los 188 euros MWh durante tres días.

Ahora, el límite que se plantea es 180 euros durante tres días pero con la particularidad de que se explicita una distinción entre la principal plaza comercial de energía en la UE, el mercado holandés (el índice TTF) y otros mercados que en los últimos tiempos no han visto dispararse tanto el precio del gas como ha ocurrido en el europeo. 

La toma en consideración del precio del gas en mercados distintos al holandés es algo que solicitaban España y otros países, preocupados por que fija un precio máximo al gas que compre la UE -en el mercado TTF- pueda llevar a que los productores apuren hasta casi alcanzarlo y esto pueda suponer un incremento de precios a diferencia de lo que ocurra en otros mercados. El último borrador precisa que el objetivo del mecanismo de corrección de precios tiene como cometido "limitar episodios de precios excesivos en la UE que no reflejen lo precios en los mercados mundiales". 

Primero el TTF y después el resto

Según esta última propuesta, a partir de febrero de 2023 -un mes después de lo previsto cuando arrancaron estas agónicas negociaciones-, entraría en vigor el mecanismo de corrección de precios y el gas que se compre en el mercado holandés de futuros no podrá superar los 180 euros durante tres días seguidos.

En cuanto al resto de mercados, el texto propuesto retrasa la decisión porque da un mes más de plazo -hasta marzo de 2023- a la Comisión Europea para que precise los "detalles técnicos" sobre cómo se debería aplicar en índices distintos al TTF, que hasta ahora ha sido el de referencia en la UE pero que al estar muy determinado por el gas que históricamente venía por gasoducto de Rusia se ha visto muy encarecido por las tensiones políticas con Rusia. 

Si los Veintisiete llegan a un acuerdo sobre este borrador, la Comisión deberá determinar antes de marzo del año que viene cómo se aplicará el mecanismo de corrección de precios -el límite- en compras realizadas en otros "Puntos Comerciales Virtuales" (VTP), es decir, en otros mercados, con la posibilidad de que no se aplique si provoca "efectos negativos significativos".

Exclusión excepcional

"En caso de que la aplicación del mecanismo de corrección del mercado en derivados vinculados con otros VTV sobre los mercados financieros o del gas, la Comisión excluirá excepcionalmente algunos derivados de la aplicación del mecanismo de corrección", dice el texto que los ministros de Energía reunidos en Bruselas tiene en estos momentos sobre la mesa.

Los efectos negativos que deberán tenerse en cuenta serán los mismos que hará que, tras activarse, el límite al precio del gas deje de tener vigencia en el mercado holandés, "cuando conduzca a un incremento significativo" de las denominadas "llamadas a márgentes" ("margin calls" en inglés"), la necesidad de que los operadores tengan que aportar más garantías financieras para hacer frente a un precio creciente del producto con el que operen, gas en este caso. 

"Una caída significativa de las transacciones [de gas] a un mes" será también otro criterio para desactivar el límite del precio en el índice TTF y también será motivo por el que no es aplicará cuando el gas se compre en otras plazas comerciales.

Estos dos elementos, que si suceden podrían excluir la aplicación del tope de gas, son también los criterios para dejar sin aplicación el mecanismo de corrección, un elemento con el que la Presidencia checa de la UE intenta vencer las reticencias de Alemania, que argumenta que poner un precio máximo al gas podría llevar a problemas de suministro si los productores deciden vender en otros territorios donde les paguen más.