Dos personas llaman a la policía mientras están bajo los efectos de varias drogas y acaban reconociendo que son traficantes

  • Tras pedir asistencia médica, uno de los jóvenes confesó dedicarse a vender marihuana, hachís y cocaína.
  • Fueron detenidos como posibles autores de un delito contra la salud pública.
ANDALUCÍA.-Málaga.- La Policía Local tramita 60 denuncias en materia de control de ruido y convivencia ciudadana
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ANDALUCÍA.-Málaga.- La Policía Local tramita 60 denuncias en materia de control de ruido y convivencia ciudadana

La Policía Local de Málaga no podía esperar que una llamada alertando de un intento de allanamiento de una vivienda iba a terminar con la detención de dos supuestos traficantes de drogas. Esto es lo que ocurrió el pasado 29 de noviembre en una intervención policial, cuyos datos se han conocido este fin de semana, en la provincia andaluza de Málaga. 

Según recoge Diario Sur, una patrulla de policía recibió hace varias semanas un aviso que alertaba de que se había producido una llamada pidiendo ayuda porque varias personas estaban tocando la puerta de una vivienda e intentando abrirla. Rápidamente los agentes se dirigieron al lugar, donde para su sorpresa no se encontraron con nadie. 

Al tocar en el piso desde donde procedía la llamada, los policías locales pudieron comprobar como tanto la joven que había llamado como el chico que se encontraban en el piso parecían estar bajo los efectos de alguna droga.

Según cuenta la Policía, fueron los propios jóvenes los que pidieron a los agentes que revisaran el piso porque creían que las personas que habían intentado abrir su puerta estaban dentro del inmueble. Tras revisar minuciosamente la vivienda, los policías pudieron concluir que no había nadie más dentro de la casa

Al revisar las instancias de la vivienda, los agentes pudieron comprobar no solo que había un fuerte olor a marihuana, sino que también había sobre una mesa una balanza y cuchillos con restos de hachís. En un intento de esclarecer lo ocurrido, los policías entrevistaron a los jóvenes, que respondían con dificultad y con historias diferentes sobre el supuesto intento de allanamiento.

Tras preguntar sobre la situación de ambos y si habían consumido algún tipo de estupefacientes, ambos contestaron que sí, y que habían mezclado varias, por lo que solicitaron asistencia sanitaria. Fue en ese mismo instante cuando al ir a buscar las drogas que había consumido para poder avisar a los servicios médicos, uno de los jóvenes supuestamente reconoció dedicarse a la venta de estas drogas. 

Según explica el periódico local, tras revisar la cocina y un dormitorio, entregaron a los policías varios envoltorios que contenían 4,7 gramos de speed, 5,2 gramos de ketamina y 20 gramos de hachís. Tras la espontanea confesión, los funcionarios informaron a ambos jóvenes que estaban detenidos como posibles autores de un delito contra la salud pública.

Después de ser trasladados a un hospital para realizarles pruebas clínicas, los jóvenes volvieron a confirmar que vendían drogas y que todavía quedaban 200 gramos de marihuana, 100 gramos de hachís y varios gramos de cocaína en la vivienda. 

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