Jacques y Gabrielle, los mellizos de Alberto y Charlène de Mónaco, cumplen 8 años entre geishas y videojuegos

El príncipe Alberto II de Mónaco junto a su esposa, la Princesa Charlene de Mónaco, y sus hijos, en una imagen de archivo.
Alberto II de Mónaco junto a su esposa, la princesa Charlène, y sus hijos.
GTRES
El príncipe Alberto II de Mónaco junto a su esposa, la Princesa Charlene de Mónaco, y sus hijos, en una imagen de archivo.

Aunque no han sido los grandes protagonistas del fin de semana en el Principado, debido al anuncio de Louis Ducruet de que el bebé que está esperando junto a su novia, Marie Chevallier, es una niña, lo que convertirá a Estefanía de Mónaco en abuela por primera vez, tras una fiesta gender reveal, los pequeños Jacques y Gabrielle no podrán olvidar su octavo cumpleaños.

Los mellizos del príncipe Alberto II de Mónaco y de su esposa, la princesa Charlène, alcanzaban este pasado sábado 10 de diciembre los ocho años de edad y lo hacían además con una serie de actividades que sus padres les tenían preparadas y por las que ellos no han cesado de sonreír, tal y como ha dado a conocer la cuenta de Instagram de los Grimaldi.

Aunque de sobra es sabido que tienen un lado travieso y juguetón propio de su edad, lo cierto es que ambos hijos de la parea se han portado realmente bien y atentos en una reserva natural de tortugas a la que han ido con sus progenitores, con quienes han podido desde decorar cajas de madera que luego se volverán refugio de estos animales hasta poder tener algunos ejemplares del famoso reptil entre las manos.

Jacques y Gabrielle, que han descubierto además que las tortugas pronto partirán desde el Museo Oceanográfico para reencontrarse con los suyos en Noflaye, en Senegal, han demostrado mucha madurez y saber estar a su corta edad, según algunos medios. Quizá, claro, porque sabían qué llegaría luego si se portaban así de bien.

Una increíble fiesta de cumpleaños en el Palacio que estaba dividido en dos temáticas, dependiendo de lo que le gustase más a Jacques y a Gabrielle. En el caso del joven, es un amante de los videojuegos, de ahí que toda su tarta se basase en personajes míticos del mundo de los píxeles, como son Mario y Toad, de Mario Bros., o el erizo Sonic.

Por su parte, Gabrielle es una apasionada de la cultura japonesa y, a pesar de que podía suscitar alguna crítica, sus padres no han dudado en que se enfundase su kimono y sonriese a más no poder por estar maquillada y vestida como una geisha.

Su madre, por último, que sigue recuperándose del tremebundo año pasado, que fue calamitoso para su salud, ha publicado en sus redes sociales un vídeo en el que repasa con varias fotografías como han crecido sus hijos, a los que desea un feliz cumpleaños y llama "mis amores".

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