Fin de semana de barricadas serbias y tensiones étnicas en el norte de Kosovo

  • La detención de un expolicía serbiokosovar ha desatado protestas y cortes de carreteras en el norte de Kosovo.
  • Borrell ha exigido que los serbios desmantelen las barricadas y que ambas partes eviten una escalada de tensión.
  • Las elecciones locales, previstas para el 18 de diciembre, serán aplazadas a abril de 2023.
Varias mujeres de etnia serbia caminan bajo sus paraguas junto a un corte de carretera en el pueblo de Rudare, Kosovo, este domingo.
Varias mujeres de etnia serbia caminan bajo sus paraguas junto a un corte de carretera en el pueblo de Rudare, Kosovo, este domingo.
EFE / STR
Varias mujeres de etnia serbia caminan bajo sus paraguas junto a un corte de carretera en el pueblo de Rudare, Kosovo, este domingo.

Las tensiones étnicas han aflorado este fin de semana en el norte de Kosovo, con disparos, explosiones, y bloqueos de carreteras llevados a cabo por serbios en protesta por la detención de un expolicía serbokosovar.

El ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Svecla, ha dicho hoy que la policía kosovar eliminará, cuando lo considere oportuno, las barricadas de camiones y vehículos en el norte del país, independizado de facto de Serbia en 2008, aunque siendo reconocido por un limitado número de estados entre los que no se cuenta España.

"Pronto llegaremos a una situación en que ya no habrá barricadas", ha asegurado Svecla ante la prensa en Pristina, sin dar más detalles.

El líder de los serbios del norte de Kosovo, Goran Rakic, ha afirmado por Facebook que dispone de informaciones según las cuales el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, enviará unidades especiales al norte para lanzar una ofensiva contra los serbokosovares.

"KFOR y Eulex tienen la responsabilidad de impedir el caos que Kurti está preparando", ha dicho Rakic, en referencia a la fuerza internacional liderada por la OTAN (KFOR) y la misión civil de la Unión Europea (Eulex).

Vucic habla de preservar la paz

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha convocado este domingo una sesión del Consejo de Seguridad Nacional en Belgrado, tras la cual ha asegurado que hará todo por preservar la paz en Kosovo.

"Daremos todo para preservar la paz", ha dicho en declaraciones a la televisión pública RTS, agregando que también ha dado órdenes al ejército "para la defensa de la patria". Serbia considera oficialmente a Kosovo como parte de su territorio.

Vucic ha llamado a los serbios del norte de Kosovo -la zona del país donde es mayoritaria la población de etnia serbia, frente al resto, donde predomina la de etnia albanesa- a no atacar a EULEX ni a KFOR, mientras que ha rechazado las llamadas de la UE a que los serbios desmonten las barricadas.

"Estoy muy decepcionado. Están acunando a su hijito, a su hijo albanés, el monstruo que crearon hace 23 años", ha concluido en referencia a la salida de las fuerzas serbias en 1999.

Eulex, por su parte, ha denunciado que durante la noche del sábado al domingo se produjo un ataque con una granada aturdidora contra una de sus patrullas en el norte de Kosovo.

También el encargado de política exterior de la UE, el español Josep Borrell, condenó los incidentes e instó a los serbios de Kosovo a desmantelar las barricadas.

"La UE no tolerará ataques contra Eulex los actos violentos o criminales en el norte", ha escrito Borrell en su cuenta de Twitter, reclamando que las barriadas sean desmanteladas de forma inmediata. "Se debe restaurar la calma. Todos los actores deben evitar una escalada".

Elecciones aplazadas

Las barricadas serbokosovares fueron levantadas en protesta contra la detención del ex policía serbokosovar Dejan Pantic, detenido por la Policía de Kosovo al regresar a su domicilio. La familia de Pantic asegura que no tiene noticias desde su arresto a principios de esta semana, según Kosovo, por agredir a las fuerzas de seguridad.

Pantic, como otros 600 agentes serbokosovares, renunció a su puesto dentro del boicot total declarado en noviembre por Lista Serbia, la principal fuerza política serbia en el norte de Kosovo.

Algunas instalaciones de la Comisión Electoral Central de Kosovo en la parte norte del país fueron atacadas esta semana.

Ante las tensiones, la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, anunció anoche que las elecciones locales, previstas para el 18 de diciembre próximo, serán aplazadas a abril de 2023.

Los comicios son necesarios después de que cientos de representantes serbokosovares de Lista Serbia se retiraran en bloque de todas sus funciones públicas en Kosovo.

Protestan así contra la decisión del Gobierno kosovar de prohibir el uso de matrículas emitidas por Serbia, un conflicto que, mientras tanto, ha sido resuelto mediante un acuerdo bajo presiones de la UE y de EEUU.

Vucic ha pedido este domingo a la KFOR y a Eulex "garantías" para proteger a los serbokosovares después de anunciar, este sábado, que pediría a la OTAN el reenvío de soldados y policías serbios a Kosovo, aunque reconoció que es consciente de que no recibirá el visto bueno.

De confirmarse la petición, sería la primera vez que Belgrado solicita desplegar el despliegue en Kosovo, según las disposiciones de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a una guerra de 1998-1999, en la que la OTAN acabó intercediendo para proteger a Kosovo, de mayoría albanesa.

Kosovo habla de "militarización" en Serbia

Las fuerzas de seguridad serbias abandonaron Kosovo en 1999 tras 78 días de bombardeos de la OTAN, acusados de cometer durante años crímenes de lesa humanidad contra la población albanokosovar.

Kurti, por su parte, advirtió hoy que Serbia "trata de devolver su ejército a Kosovo pese al genocidio que cometieron hace más de 23 años. Eso es una consecuencia directa de la militarización del Estado y de la sociedad de Serbia".

"Insto a todos los ciudadanos de Serbia a que se distancien de las bandas criminales, financiadas y dirigidas por Belgrado, que tratan de desestabilizar la región", concluyó Kurti en una rueda de prensa en Pristina.

Kosovo, cuya población en un 90 % es de origen albanés, declaró en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce ni tampoco algunos países de la UE, como España o Grecia.

El país tiene unos 1,8 millones de habitantes, de ellos, unos 75.000 son serbios, que viven en su gran mayoría en la parte norte fronteriza con Serbia y rechazan la soberanía de Kosovo.

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