El fallecimiento de Bernardo Pantoja ha dado lugar a diferentes enfrentamientos entre la familia. Junko, su viuda, ha llegado a su límite ante todas las polémicas surgidas y, en concreto, ante las acusaciones de Anabel e Isabel Pantoja. 

La gota que ha colmado el vaso ha sido la conmemoración de una misa funeral organizada por la tonadillera y a la que Junko no está invitada. Para la japonesa, que llevaba junto a Bernardo más de dos décadas y más de dos años casados, la respuesta más acertada ha sido un comunicado en el que se ha sincerado y ha recalcado que "nunca ha tenido maldad pese a que hay personas que pueden pensar lo contrario", declaración en la que está más que claro que la japonesa se dirige, expresamente, a su familia política. 

"Pido a las personas que me están molestando que dejen de hacerlo porque nada hará que mi camino de la verdad se redirija", ha expresado Junko. "Únicamente pido respeto para mi persona, yo tengo derecho legítimo a expresarme con claridad y no tengo por qué mentir sobre nada". 

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De la misma manera, Junko tampoco se ha quedado indiferente ante la afirmación de Anabel: "Tú has matado a Bernardo, el 85% es tu culpa". Para ello, ha hablado de su nombre, que "significa auténtica, pura y obediente", y afirma que así ha sido con él. Además, ha sostenido que, hasta que la muerte los separó, ambos fueron los mejores amigos y los mejores compañeros. 

La viuda toda su vida ha tenido claro que "la verdad acompañada de la realidad solo tiene un camino" y esta es la razón principal que le ha llevado a sincerarse.