La presión de Zelenski bloquea la negociación en la UE para limitar el precio del petróleo de Rusia

  • El Gobierno respalda fijarlo en 65-70 dólares como plantea Bruselas mientras que Polonia defiende la vía ucraniana de asfixiar a Moscú con 20 dólares el barril.
  • Como ocurrió con el límite al gas, los detractores critican que 65 dólares es demasiado alto y no será un tope eficaz.
  • España no se verá afectada directamente porque ya no compra a Moscú.
  • DIRECTO | Toda la actualidad de la guerra en Ucrania, minuto a minuto.
Una refinería de Lukoil al este de Sofía, en Bulgaria. (REUTERS/Oleg Popov)
Una refinería de Lukoil al este de Sofía, en Bulgaria. (REUTERS/Oleg Popov)
REUTERS/Oleg Popov
Una refinería de Lukoil al este de Sofía, en Bulgaria. (REUTERS/Oleg Popov)

La UE busca in extremis un acuerdo para el décimo paquete de sanciones por la guerra en Ucrania y fijar un límite al precio del petróleo que se compra a Rusia. Se trata de un compromiso al que llegó en junio el G7 pero que en territorio europeo está reflejando divisiones a varias bandas y por diferentes intereses, entre los que también se cuela también la intención del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, de asfixiar verdaderamente la economía rusa poniendo un límite muy bajo, de 20 dólares el barril. Países como Polonia defienden esta postura frente a la propuesta de la Comisión Europea, que apoya España, de elevar el límite hasta los 70 dólares. A través de Chipre Malta y Grecia, Estados miembros con más tradición de comercio marítimo, las navieras también presionan por este precio más alto.

Así de enrevesado está el estado de las negociaciones a pocos días de la fecha en la que la UE debe llegar a un acuerdo, el 5 de diciembre. Ese día debe entrar en vigor el décimo paquete de sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania del que forman parte la prohibición de comprar más petróleo a Rusia por vía marítima y la fijación de un precio máximo al que los países limítrofes, que lo reciben por oleoducto, deberán pagarlo. También se aplicará en el resto de países no europeos del G-7, Estados Unidos, Canadá y Japón.

En las formas, el desencuentro parte de una propuesta por parte de la Comisión Europea de 65-70 dólares el barril que, como sucedió la semana pasada con el tope de 275 euros para el gas rechazado por excesivo, está por encima del precio del petróleo ruso y, por tanto, es demasiado elevado como para dañar la economía de Rusia. Esto es precisamente lo que se busca de nuevo este décimo paquete de sanciones, que la UE deje de financiar la guerra en Ucrania mediante la compra de recursos energéticos. Fuera de la UE pero desde escenario bélico y zona cero de la crisis energética, el presidente ucraniano presiona para que el precio máximo sea lo más bajo posible.

España es uno de los países que respaldan la propuesta de la Comisión, que está en línea con el G-7 y que busca que Moscú no cumpla su amenaza y no solo deje de vender petróleo a la UE -será pocos los países compradores cuando el 5 de diciembre se prohíba comerciar por vía marítima con él-, sino que decida recortar la producción, que es algo que tendría más consecuencias.

Por ejemplo para España, que en 2021 redujo a cero toneladas sus compras de petróleo ruso, que en 2020 habían sido de 2. 569 toneladas, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). Sus suministradores principales son México, Estados Unidos, Nigeria, Arabia Saudí o Azerbaiyán, donde sin embargo los precios sí podrían subir si Rusia decide dejar de producir petróleo como respuesta a un tope demasiado bajo impuesto por el G-7.

En el otro bando de la mesa de los embajadores de la UE que negocian en Bruselas este nuevo paquete de sanciones están países como Polonia, que defienden la tesis en la que insiste Zelenski y que consiste en que el precio máximo por el petróleo de Rusia tiene que ser muy inferior a los 65 dólares. Plantean como mucho 20 dólares el barril, para asfixiar de verdad su economía.

Seguros y navieras

Además del precio, fuentes conocedoras de la negociación subrayan que otro factor casi más importante tiene que ver con los seguros de los petroleros, un ámbito en el que se abre un nuevo interés económico para empresas de la UE que buscan tirar el precio límite del petróleo ruso lo más alto posible. 

Para transportar petróleo por mar, los petroleros tienen que estar asegurados obligatoriamente y las aseguradoras son en su inmensa mayoría empresas de la UE y del Reino Unido que verían muy perjudicado su negocio si Rusia decide suspender el comercio de petróleo -fuera de la UE- si el G-7 limita el precio demasiado. Defendiendo sus intereses se encuentran países con tradición naviera -Grecia, Chipre y Malta- a quienes los analistas culpan estos días del impass en la negociación.

"Los precios del petróleo están dando tumbos. El G-7 debería ignorar las presiones de Grecia, Malta y Chipre para fijar un alto e ineficaz límite de 60-70 dólares", decía en redes sociales el experto Robin Brooks. "Ha llegado el momento de dar a Putin donde más le duele", añadía y afirmaba que una reducción de la producción por parte Rusia no significaría mucho, comparado con la crisis financiera que provocaría en Moscú un límite de 30 dólares el barril.

Además de lo que se termine acordando dentro de la UE, para que el límite al precio del petróleo ruso solo podrá empezar a ser efectivo si también lo aplican Estados Unidos, Japón y Canadá, miembros del G-7, aunque todavía quedará un resquicio por el que Moscú podrá seguir ingresando mucho dinero con él.

China e India, los beneficiarios

Según señala el exdirector general de operación de Red Eléctrica España Alberto Carbajo, China e India no forman parte de este compromiso y, de hecho, podrían beneficiarse de él porque si Rusia decide recortar la producción en respuesta al G-7 por limitar su precio, podrán comprar a precios más bajos.

"Hay un montón de petróleo en los Urales que hoy está en 64-65-66 dólares el barril", más barato que el barril Brendt, de referencia en Estados Unidos y la UE, que aunque previsiblemente baje de los 83 dólares actuales seguirá a un precio más alto. Por lo tanto, las pérdidas económicas que pretenden infligir en Moscú podrían no ser tales.

"India y China se van a beneficiar. No estamos haciendo las cosas de manera coherente porque lo que pretendemos es reducir los ingresos a Rusia y le estamos facilitado la salida de petróleo a India y China", advierte Carbajo, que actualmente es miembro del Consejo Asesor de la consultora Llorente y Cuenca. Por este motivo, cree que esta nueva sanción contra Rusia y un tope máximo como el que reclama Zelenski pueden ser "bienintencionados" para reducir los ingresos de Moscú y que, por el contrario, puede llevar a Rusia a recortar la producción, que Arabia Saudí no podría suplir ningún otro país productor y se terminaría reflejando en un alza de precios en otras plazas que quizá sí afecte ya al petróleo que compran países como España.

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