Pedro Sánchez sumará este fin de semana un nuevo cargo a sus responsabilidades. El presidente del Gobierno, que también es secretario general del PSOE, será coronado como secretario general de la Internacional Socialista, una formación que junta a 132 partidos socialdemócratas, socialistas y laboristas y que posibilitará que crezca aún más su proyección exterior. Su tarea pasará por revitalizar una agrupación política que lleva años languideciendo. Uno de sus retos podría ser intentar que vuelva a sumarse a la formación el SPD, el poderoso partido de los socialistas alemanes que recuperaron el gobierno germano hace menos de un año.

El jefe del Ejecutivo español anunció su intención de liderar este órgano el pasado mes de septiembre. Sus planes se cumplieron a la perfección, pues logró que ningún otro líder presentase los avales para competir contra él, por lo que su presidencia se confirmó en octubre. No obstante, no será hasta este fin de semana cuando se oficialice este movimiento en el congreso que la Internacional Socialista celebrará en Ifema Madrid. 

El viernes se confirmará a Sánchez como el primer español en presidir la formación, que aglutina a partidos de los cinco continentes. Durante la tarde de esa jornada y también el sábado tendrán lugar las sesiones de debate interno, que se dividirán en cinco áreas: la paz y la democracia; la igualdad entre hombres y mujeres; el cambio climático; una economía justa e inclusiva; y el fortalecimiento de los derechos laborales y los derechos digitales. El domingo se firmarán las resoluciones y el presidente dará su primer discurso como secretario general, puesto en el que relevará a Yorgos Papandreu, ex primer ministro griego que alcanzó el puesto en 2006, y en el que aspirará a "continuar con el legado" de líderes como Willy Brandt, canciller de Alemania Occidental entre 1969 y 1974.

Según fuentes del PSOE, Sánchez tratará de darle un nuevo impulso a la formación, que "puede ser un activo de influencia internacional sin parangón". Sin ir más lejos, uno de sus exlíderes, Antonio Guterres, es ahora secretario general de Naciones Unidas. Justamente ese es uno de los organismos en los que el presidente pretende tener más influencia. También se propone mejorar las relaciones con formaciones de izquierdas de África y América Latina, que está viviendo un resurgimiento del progresismo auspiciado por la llegada al poder de políticos como Gustavo Petro en Colombia (el primer presidente de izquierdas de la historia del país); Gabriel Boric en Chile (que ensalza cada vez que puede al presidente Salvador Allende); o Lula Da Silva en Brasil.

Asimismo, el presidente también podría intentar que el SPD volviera a integrarse. Como motivo de peso está la buena relación que mantiene Sánchez con el canciller alemán Olaf Scholz. Sin ir más lejos, el presidente germano visitó La Moncloa en enero, menos de dos meses después de suceder a Angela Merkel. Además, España y Alemania celebraron una cumbre bilateral hace apenas un mes y medio donde certificaron la colaboración entre ambas potencias europeas. El SPD comenzó a sembrar dudas sobre la Internacional Socialista en 2011 por la presencia de grupos que consideraba de "dudosa reputación democrática" y le dio la espalda definitivamente dos años después creando la Progressive Alliance.

España se prepara ya para presidir la UE en 2023: "Agenda iberoamericana" y el ministro de Exteriores al frente

Sánchez, presidente de la Unión Europea

Con todo, el jefe del Ejecutivo también ejercerá como presidente de la Unión Europea en el segundo semestre del próximo año, justamente en época preelectoral -se prevé que las elecciones generales se celebren a finales de 2023, entre noviembre y diciembre-. La Moncloa puso a funcionar la maquinaria en febrero, con la creación del llamado Comité Organizador de la Presidencia Española de la Unión Europea, que tendrá vida propia hasta julio de 2024, una vez que España entregue la memoria de su mandato, que será transitorio y durará seis meses. 

Según destaca el Ejecutivo, España asumirá la presidencia de la UE en un "momento decisivo" al estar cerca "el final de la legislatura europea", por lo que la Unión deberá "forjar acuerdos en expedientes que todavía siguen en negociación". Como ejemplo: qué hacer con las reglas fiscales o el tope al gas en los 27 Estados miembros.

El octavo líder mejor valorado en Europa

Toda esta visibilidad exterior -que mejora con imágenes como la publicada la pasada semana en la que Sánchez estuvo presente en una reunión con el presidente de los EEUU, Joe Biden; el francés Emmanuel Macron; el alemán Olaf Scholz; y el primer ministro británico Rishi Sunak- podrá suponer que el jefe del Ejecutivo mejore su valoración. En la actualidad, el presidente es el octavo líder europeo mejor valorado, según un informe elaborado por la consultora Thinking Heads a partir de 24.800 encuestas realizadas en diferentes países. En el primer puesto del ranking se sitúa Volodomir Zelenski, presidente de Ucrania, seguido de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y de la finlandesa, Sanna Martin.

Esto, además, podría traducirse en un aumento de las inversiones internacionales en España. Según los hacedores del estudio, "subir un solo punto de la reputación de Sánchez puede aumentar un 5,14% la atracción de inversiones y un 2,95% en la atracción de visitantes", ya que con base en sus investigaciones, la reputación de los líderes afecta en aproximadamente un 15% a la de los países y esto, a su vez, en la disposición a visitarlos, vivir o invertir en él.