Han visto un filón y pretenden aprovecharlo. Aunque aún no es una realidad tal y como la vendieron, lo cierto es que el metaverso busca ser un referente en la amplificación de factores comerciales y de comunicación de masas, dos apartados en los que el príncipe Harry y Meghan Markle siempre están interesados. De ahí que se hayan lanzado de lleno a crear su propio espacio dentro en dicho posentorno.

Tal y como explican desde el diario Daily Mirror, los duques de Sussex se han aliado a la firma tecnológica Pax.World. Y, añaden, una fuente del entorno de la exactriz ha dado con un detalle curioso que, sin embargo, habría que coger con pinzas: según dicho informante, el particular mundo virtual que pretender crear ya tiene un nombre que quieren patentar, el Meg-averse.

"Harry y Meghan están convencidos de que una mayor presencia en el metaverso, sin olvidar su papel en el mundo real, les va a dar una mayor eficacia a la hora de difundir sus mensajes. Han estado hablando con varios expertos y todos coinciden en que este nuevo paso los llevaría a conseguir que su marca sea verdaderamente global", ha asegurado la fuente.

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Por su parte, Frank Fitzgerald, fundador de Pax.World, ha confirmado que Harry y Meghan ya cuentan con un "terreno" de máxima categoría para su hogar digital, si bien ha preferido no pronunciarse sobre la idea del curioso nombre que le pondrían.

"Hemos ofrecido a Harry y a Meghan una parcela premium en los terrenos de Pax.World y la oportunidad de colaborar con los mejores arquitectos del mundo para su construcción. Desarrollarlo les ayudará a conectar con nuevos públicos", ha asegurado Fitzgerald, que ha añadido que, por ejemplo, la duquesa podría trasladar a dicha realidad alternativa su podcast para Spotify, Archetypes.

Por último, ha añadido que el hijo del rey Carlos III podría servirse de su propio avatar en el metaverso para todo el trabajo que hace en forma de charlas y conferencias tanto en uno de los temas que más le preocupan, la salud mental, como en la promoción de sus futuros libros o de los Invictus Games. Además, eso le permitiría ser consecuente con su propia defensa del medio ambiente y la sostenibilidad del planeta, no teniendo que desplazarse no solo en coche, sino en aviones privados.