El 85% de la luz que consume el barrio de la Font de la Pólvora de Girona se defrauda

  • Casi la mitad de las viviendas no tienen contrato y gastan hasta seis veces más luz que los pisos regularizados.
Dos técnicos revisando un contador de luz en el barrio de Font de la Pòlvora de Girona.
Dos técnicos revisando un contador de luz en el barrio de Font de la Pòlvora de Girona.
ACN
Dos técnicos revisando un contador de luz en el barrio de Font de la Pòlvora de Girona.

El 85% de la electricidad que consume el barrio de la Font de la Pólvora de Girona se defrauda y no pasa por ningún contador. Según datos de Endesa, la diferencia entre los pisos que tienen contrato y los que pinchan la luz es abismal. De los 642 puntos de suministro que tiene el barrio, hay 301 que no están regularizados (el 47%) y que llegan a consumir hasta seis veces más luz que el resto. 

El responsable territorial de Endesa en Girona, Marc Ruaix, explica que haber sobredimensionado la red ha evitado que el fraude derive en cortes de luz continuos -como pasaba antes- pero alerta de que la situación tendrá un límite. "Estamos ante un problema social que hemos de afrontar con el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad para evitar que vaya a más", afirma.

Para poner freno a los cortes de luz recurrentes en la Font de la Pólvora, y evitar que casi a diario sus clientes se queden a oscuras, hace pocos meses que Endesa invirtió 130.000 euros en el barrio. La compañía extendió nuevas líneas de baja tensión en diversas calles y, para ampliar la capacidad de la red, sumó un segundo centro de transformación al existente en esta parte del Sector Este de la ciudad.

Las obras coincidieron con los resultados de la auditoría encargada por el Ayuntamiento de Girona para evaluar el estado de la red eléctrica del barrio. El informe concluyó que las líneas existentes eran las adecuadas para las necesidades que tenía la Font de la Pólvora, pero también admitía que el único centro de transformación que había hasta entonces había trabajado al límite con picos de demanda.

Según Endesa, de enero a octubre el barrio ha consumido 5.410.520 kilovatios/hora (kWh). Y de estos, tan solo 809.594 kWh han pasado por los contadores

El estudio, más allá de dejar constancia de que más del 40% de los puntos de suministro no tenían contrato, no entraba a evaluar el fraude eléctrico. Ahora, Endesa ha puesto cifras a toda esta electricidad que no pasa por ningún contador; y que, por tanto, se coge desde conexiones irregulares (algunas hechas con medios precarios como pinzas de coche para tender la ropa).

"El fraude eléctrico supera con creces el consumo de los contadores", concreta Marc Ruaix. Según el control de la compañía, de enero a octubre el barrio ha consumido 5.410.520 kilovatios/hora (kWh). Y de estos, tan solo 809.594 kWh han pasado por los contadores. El resto de la electricidad, hasta el 85% del total, se ha defraudado.

Multiplicar por seis 

Los datos de Endesa, van más allá. Porque de los 642 puntos de suministro que tiene la Font de la Pólvora, actualmente hay 301 que no tienen contrato (casi la mitad). Y estos llegan a consumir hasta seis veces más electricidad que los que sí que están regularizados.

"Tenemos un crecimiento desmedido del consumo de electricidad a raíz de estas manipulaciones", explica el responsable territorial de Endesa en Girona. "Solo para hacerse una idea, con todo lo que consume actualmente la Font de la Pólvora, podríamos alimentar hasta a tres barrios como este", subraya Ruaix.

El responsable de Endesa no entra a valorar qué hay detrás de estos consumos desorbitados. Sí que precisa "que en ningún caso son domésticos", pero a nadie se le escapa que, posiblemente, el fraude eléctrico deriva en plantaciones de marihuana.

La picaresca de los que se dedican a pinchar la luz también se hace visible cuando hay operativos policiales en el barrio. Porque, si bien de entrada, el fraude eléctrico cae en picado, al poco rato vuelve a remontar (lo que demuestra cómo los que cometen fraude eléctrico se han vuelto a reenganchar).

Esto pasó, por ejemplo, a principios de julio. Se hizo un operativo en las calles Avellaner, Castanyer y Roure, y de los 151 pisos que sumaban entre los tres, se encontraron 91 con la luz pinchada. "Cuando hacemos una intervención con las fuerzas de seguridad cortamos todas las conexiones fraudulentas posibles", explica Marc Ruaix. "Pero a las pocas horas, los dispositivos que hacen seguimiento de la red ya nos indican que se han vuelto a conectar de nuevo", añade.

Marc Ruaix también admite que, si bien la sectorización que se hizo en algunas calles -sacando las cajas de fusibles a la calle- ha permitido evitar apagones en todo un sector, esta no ha frenado el fraude eléctrico. Porque los que se enganchan, pinchan la luz desde el cuadro de contadores.

Tiene un límite

El responsable territorial de Endesa explica que haber destinado 130.000 euros a hacer una "inversión quirúrgica" para sobredimensionar la red, de momento, ha permitido poner fin a los apagones que vivía el barrio (para que las líneas no se sobrecarguen con el fraude eléctrico)."Evidentemente, hemos de dar servicio a nuestros clientes con contrato", afirma. Marc Ruaix, sin embargo, también alerta que si todo este consumo fraudulento sigue al alza, llegará un momento en el que se reproducirá la situación.

"De momento la red está aguantando, pero para salir de esta ecuación hay que afrontar entre todos la problemática social que vive tanto este barrio como otros de Cataluña", concreta el responsable de Endesa. Ruaix dice que, en paralelo a continuar haciendo operativos con las fuerzas de seguridad para luchar contra el fraude, también hay que trabajar codo a codo con los ayuntamientos. Por ejemplo, a la hora de pedir cambios legales. Y en referencia a la Font de la Pólvora, concreta: "En el caso de Girona, estaremos a disposición del consistorio en todo lo que les podamos ayudar".

Una de cada tres en el barrio del Culubret de Figueres

El responsable de Endesa en Girona también hace referencia a otro de los barrios de la demarcación donde el fraude eléctrico se ha convertido en un problema: el del Culubret de Figueres. Marc Ruaix recuerda que, en este caso, una de cada tres viviendas del barrio no tiene contador y que, como también pasa en la Font de la Pólvora, los que pinchan la luz en el Culubret llegan a consumir hasta seis veces más que el resto.

Sobre la situación de la red eléctrica, el responsable de la compañía rebate las afirmaciones de la alcaldesa, Agnès Lladó, que asegura que las líneas tenían deficiencias. Ruaix subraya que la red eléctrica del barrio se adecua a la potencia contratada que tienen sus clientes, pero que "es evidente que no está dimensionada" para asumir todo este fraude eléctrico.

Para dar respuesta a los que sí que pagan, y evitar que se queden sin luz, Marc Ruaix recuerda que Endesa invertirá 114.000 euros en el Culubret para duplicar la potencia eléctrica del barrio con un nuevo transformador. "Hemos de cumplir y dar suministro a nuestros clientes, aunque que de alguna manera también tendremos que asumir estos consumos irregulares", subraya el jefe territorial de Endesa.

Y nuevamente, de la misma manera que con la Font de la Pólvora, Ruaix pone en relieve que en el barrio de Figueres "hay un problema social". Y reitera que se ha de afrontar con la implicación "tanto del Ayuntamiento como de las fuerzas de seguridad".

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