A seis meses de unas elecciones cruciales, en medio de la mayor crisis de los partidos que quisieron romper con el bipartidismo [junto a Podemos, Vox], Ciudadanos intenta sacar músculo. A la espera de que su presidenta Inés Arrimadas confirme, o no, su continuidad en el liderazgo, el partido naranja fía la suerte de su actual refundación a la elección de nuevas y propias banderas políticas. Banderas aparentemente impopulares, pero "valientes" -en palabras de Begoña Villacís-, como la de las pensiones que defendió Arrimadas en el Congreso y al que su formación otorga "la primera gran victoria" de la refundación.

Mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciaba el mes pasado una subida del 8,5% para todas las pensiones el próximo año, derivado de la subida de la inflación, Arrimadas ha exigido "vincular la necesaria revalorización al aumento del sueldo de los jóvenes, que son los que tienen que mantener las pensiones", como se hace en países como Dinamarca, Países Bajos, Noruega o Japón. "No tiene derecho a hipotecar las próximas generaciones para pagar su campaña electoral", dijo en sede parlamentaria tras acusar al presidente de "reventar" el sistema de pensiones.

Ciudadanos, así, se ha convertido en el único partido del arco parlamentario en abrir el debate sobre si se deben subir en igual porcentaje todas las pensiones contributivas o si se deben reevaluar los incrementos de estas prestaciones de forma diferenciada.

Varios años después de que el exdirigente Albert Rivera fracasara en su estrategia de ocupar el hueco histórico del PP, los naranjas se ven resignados a renunciar a un electorado propio y fiel. No buscan al votante de 'pata negra', sino que directamente se lanzan a atrapar al ciudadano transversal y exigente hablándoles "con honestidad" de los temas más polémicos, como en su día lo fue la gestación subrogada y hace pocas semanas, las pensiones.

El objetivo de la refundación -cuyo proceso comenzó en julio y culminará a mediados de enero con una asamblea extraordinaria-, es volver a marcar la agenda política, que fue lo que les hizo ganar popularidad hace ya una década y, a su vez, perderla tras el último batacazo electoral. "El problema fue que cuando creció el partido, perdimos valentía y dejamos de marcar agenda política", admite a este diario la vicealcaldesa de Madrid y una de las caras más visibles del partido.

A diferencia de las guerras internas -desatada en Vox, entre Alejandro Abascal y Macarena Olona, y declarada en Unidas Podemos, entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz,- Ciudadanos, con mucha menos presencia parlamentaria, exhibe unidad dentro del partido, uno de los factores fundamentales en año electoral. Tanto Begoña Villacís como el vicesecretario general y portavoz del Comité Ejecutivo, Edmundo Bal, evitan pronunciarse sobre la continuidad de Arrimadas en el cargo. Ambos sortean la pregunta de si una refundación ha de ir acompañada de una cara nueva. El diputado, considerado su mas fiel escudero, evita pronunciarse a todos los efectos. 

A ello ayuda, además, que la vicealcaldesa, en conversaciones con este diario, renuncie por completo a la carrera por dicho puesto. Ella tiene el empeño personal de ser decisiva en la capital, la excepción al declive en el resto de España. "Demostramos una y otra vez que tenemos más fuerza como partido decisivo. Si como todas las encuestas dicen soy decisiva, puedo pedir que Vox no entre en el Gobierno", advierte.

De lo que no consigue huir Ciudadanos es de la operación que emprendió el PP de Pablo Casado para absorber a la formación naranja. El jueves pasado, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, aseguró que la vicealcaldesa de Madrid y coordinadora del equipo para la refundación de Ciudadanos, Begoña Villacís, tiene "las puertas abiertas" para incorporarse al PP, a lo que añadió, que ella lo sabe. "El PP es la casa común del centro-derecha y todo lo que ha representado Cs hasta ahora se puede identificar con el proyecto de Feijóo", declaró Bendodo en una entrevista en Antena3. 

Pese a estas declaraciones, el partido naranja marca diferencias entre la amenaza que les supuso Casado, con Hervías y García Egea, y el actual líder popular, Alberto Núñez Feijóo. "Son perfiles distintos. Seguro que están llamando a nuestra puerta, pero seguro que de una manera más elegante y menos agresiva", sostienen desde la formación.

Con todo ello, las banderas "valientes", la elección de un líder y con el foco puesto en el votante volátil, el 'nuevo' Ciudadanos se presenta a las próximas elecciones de mayo con "buenas perspectivas". Al menos en las locales, donde creen tener "una buena tarjeta de presentación" por el buen equipo, sostienen fuentes parlamentarias. 

Henar de Pedro

Si bien las últimas encuestas, como la de El Mundo, apuntan a que el PP necesita aún de Ciudadanos para gobernar, el panorama nacional continúa en declive. De acuerdo a la encuesta DYM para 20minutos, a un año de la posible cita con las urnas generales, Ciudadanos obtendría como mucho un escaño, frente a los nueve actuales. Y esto al tiempo en que Arrimadas se mantiene, mes a mes, como la antepenúltima líder peor valorada, superando solo en buena nota a Ione Belarra [Podemos] y Santiago Abascal [Vox].