Las colas para conseguir agua potable se han repetido este martes en las calles de Kiev, donde los ciudadanos han desafiado al frío desde primera hora de la mañana para poder llenar sus garrafas en puntos habilitados y en fuentes de bombeo manual.

"Está influyendo en nuestras vidas, es cierto que es un inconveniente. Pero la verdad es que no es un problema. El problema es que tenemos una guerra", dijo un residente de 34 años que se identificó como Denis en una de estas colas improvisadas, que ya se vieron el lunes.

Los últimos bombardeos rusos contra la infraestructura energética de Ucrania han dañado seriamente el sistema de suministro de agua potable en la capital ucraniana y han complicado aún más la vida de sus ciudadanos, que ya estaban acostumbrados a los cortes de luz.

EFE

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo este lunes que el 80% de los 3 millones de habitantes de la ciudad se quedaron sin agua debido a los daños en una instalación crítica. 

La rápida actuación de los servicios de emergencias permitió recuperar el suministro para buena parte de los afectados, pero siguen siendo miles los que se encuentran sin agua en sus hogares.

Este lunes por la noche, los trabajadores habían reducido el porcentaje de afectados por el corte de agua al 40% de los habitantes de la ciudad, mientras que el número de hogares sin electricidad superaba los 300.000. 

Para reducir el consumo de electricidad, las autoridades de Kiev extendieron los intervalos en el paso de los trenes del metro, y reemplazaron los trolebuses y tranvías eléctricos con autobuses, dijo Klitschko. El servicio del metro se reanudó la noche del lunes.