Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Gastroenteritis profesional

La gastroenteritis de la princesa y la infanta marca la visita a Cadavedo
La gastroenteritis de la princesa marca la visita a Cadavedo
EFE
La gastroenteritis de la princesa y la infanta marca la visita a Cadavedo

No hemos aprendido nada. Las sucesivas crisis que la monarquía española ha ido capeando en los últimos años no han acabado con la larga serie de tiranteces, rigideces y distancias que desde siempre han acompañado a la Casa Real en materia de comunicación. La reciente visita de la Familia Real a Asturias ha dejado un ejemplo anecdótico al respecto y una reflexión muy interesante: quizá el problema no esté solo en el emisor sino también en el receptor.

La princesa Leonor y la infanta Sofía se encontraban mal durante el viaje. Intentaron estar en el acto central, pero no fue posible. El discurso que debía hacer la princesa lo leyó su madre con una introducción sencilla y coloquial en la que explicaba con naturalidad la situación. No era nada raro, una enfermedad gástrica, una indisposición que se pasa en un par de días.

Si sumamos a todo esto la costumbre consentida de tratar a los personajes femeninos de la Familia Real como maniquíes de moda podemos llegar a la conclusión de que los pocos avances que hay son lentos y artificioso

A veces, no puedes acercarte a la gente si la gente no quiere que te acerques, si los que transmiten el mensaje viven de hacerlo todo artificioso y aburrido. La indisposición de la princesa y la infanta parece haberse convertido en un asunto de primer orden. Algunas noticias así lo muestran. El tratamiento que han dado algunos medios al asunto está lejos de la normalidad. Desde los que muestran las fotos de un restaurante en el que tuvo que entrar la princesa por necesidades del guion hasta los que ya la empiezan a tildar de “profesional” por hacerse fotos con los empleados del establecimiento.

Si sumamos a todo esto la costumbre consentida de tratar a los personajes femeninos de la Familia Real como maniquíes de moda podemos llegar a la conclusión de que los pocos avances que hay son lentos y artificiosos. No sé si es un problema de feminismo, pero lo cierto es que la mayor parte de la información en la que se habla, por ejemplo, de la espalda tonificada de la Reina, de sus vestidos con o sin repetición, del atuendo de la Infanta o el peinado de la Princesa son creados por mujeres y consumidos por mujeres. Habría que pensar en esto y ver qué ocurriría si se hiciera de una forma tan constante con las mujeres que trabajan en política. Vivir en el presente es tarea de todos. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento