Con la llegada del invierno, la ropa de cama toma una gran importancia a la hora de conciliar el sueño, ya que se busca el mayor confort y la temperatura idónea. Así, los edredones nórdicos se han convertido en la opción favorita en muchos hogares. 

El edredón nórdico es una pieza de la ropa de cama que se caracteriza por abrigar mucho, ya que son fundas que se rellenan con diferentes materiales que aportan calidez, pero pesa mucho menos que otras opciones, como pueden ser las típicas mantas de lana o algodón.

Sin embargo, los diferentes rellenos que tienen las fundas nórdicas pueden causar confusión entre los consumidores que quieren adquirir un edredón nuevo. Todo va a depender de las necesidades de cada uno y pueden ser de plumón, de plumas o de fibra. 

Nórdico de plumón

El edredón nórdico de plumón es el que proporciona más calor de entre las tres opciones, ya que es el material que garantiza una mayor capacidad térmica, sobre todo si se compara con edredones rellenos de material sintético, como puede ser la fibra. 

Eso sí, no hay que dejarse engañar por su peso, ya que el plumón es muy ligero y, por ello, da la sensación de que no abrigará lo suficiente, argumento erróneo completamente. 

Hay que saber que algunos edredones tienen mezcla de plumón con pluma o de plumón con material sintético. De ello y del tamaño va a depender su precio, por lo que cuanto más porcentaje de plumón lleve su composición, más caro será y también más abrigado. 

Este tipo de relleno, por lo tanto, se recomienda a personas en cuyas viviendas tengan bajas o muy bajas temperaturas durante la noche. 

Nórdico de plumas

El edredón nórdico relleno de pluma es una opción recomendable para aquellas personas que también vivan en hogares fríos, pero no quieran invertir tanto dinero en la ropa de cama. 

Se trata, por tanto, de una opción más barata, pero que ofrece unos buenos resultados a la hora de dormir. Son menos ligeros, sobre todo si las plumas se mezclan con algún material sintético, cosa muy común en la composición de los rellenos nórdicos. 

Nórdico de fibra

Esta última opción es la más barata de todas. Se pueden encontrar rellenos para las fundas nórdicas por unos 20 o 30 euros. Suelen ser mucho más pesados y su capacidad para proporcionar calor no es tan elevada como las dos anteriores, aunque suficiente para casas en las que se mantenga una temperatura confortable en las estancias por las noches. 

La mayoría de estos tipos de nórdicos suelen ser sintéticos al completo, es decir, 100% poliéster o microfibra de poliéster. Como ventaja, ofrecen muchas comodidades a la hora de lavarlos a máquina y las precauciones a tomar son mucho menores que en los edredones de plumas o plumón.