Tino Huerta estaba cuidando a su madre enferma en Burgos, cuando un vecino le llamó para decirle que su casa de Algeciras estaba en obras. "¿Qué hace usted por aquí? A que le tiro por la azotea", cuenta Tino que le amenazó el hombre cuando llegó a su propiedad. 

Además de okuparle su vivienda, el "inquilino" se ha construido una nueva. Pasando a tener de 98m2 a más de 300. Ha modificado tanto la estructura original, que ahora es hasta difícil reconocer lo que es su casa y la del okupa.

Además, las obras se han hecho sin licencia y el Ayuntamiento le ha abierto un expediente. "Urbanismo me ha dicho que va a pasarle la papeleta a él", asegura Huerta. Aunque el juez ha decretado ya el desalojo del okupa, este solo le ha devuelto una parte de la casa. A cambio, Tino le ha ofrecido vendérsela, pero ha rechazado su propuesta.