Por qué el deshielo del Ártico podría provocar una nueva pandemia

Deshielo en el Ártico como consecuencia del calentamiento global.
Deshielo en el Ártico como consecuencia del calentamiento global.
GTRES
Deshielo en el Ártico como consecuencia del calentamiento global.

Hay un 50% de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, "la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C, los niveles preindustriales, el límite inferior del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático", según desprende el informe más reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Las condiciones climáticas serán cada vez más extremas. "Mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas seguirán aumentando. Los océanos seguirán calentándose y volviéndose más ácidos, el hielo marino y los glaciares seguirán derritiéndose, el nivel del mar seguirá subiendo y las condiciones meteorológicas serán cada vez más extremas. El calentamiento es desmesuradamente más acusado en el Ártico y lo que ocurre en esa región nos afecta a todos", advierte el secretario general de la OMM, profesor Petteri Taalas.

Qué ocurre a medida que aumentan las temperaturas

¿Y cuáles serán las consecuencias? Uno de los posibles efectos del deshielo del Ártico, causado por el calentamiento global, es la liberación de virus y bacterias que se encuentran bajo las capas de hielo y el permafrost, provocando nuevos brotes o pandemias. 

Así lo desprende la investigación publicada en la revista 'Proceedings of the Royal Society B', en la que explican cómo funciona el proceso conocido como "desbordamiento viral". "El espectro de huéspedes de los virus es bastante diverso, ya que pueden infectar de manera sostenida a unas pocas especies a varios filos. Cuando se enfrenta a un nuevo huésped, un virus puede incluso infectarlo y transmitirse de manera sostenible en este nuevo huésped", detallan los autores en la investigación.

Para arrojar estos resultados, los investigadores se centraron en dos entornos, el suelo y los sedimentos lacustres del lago Hazen, el lago de agua dulce del Alto Ártico más grande del mundo. "Utilizamos la secuenciación de ADN y ARN para reconstruir la virosfera del lago, tanto en sus sedimentos como en sus suelos, así como su gama de huéspedes eucariotas". 

Desarrollaron un algoritmo para determinar el riesgo de propagación viral. Los resultados sugirieron que el riesgo era mayor para las muestras de lagos tomadas de vías fluviales más grandes, que contienen más agua de deshielo de los glaciares. A medida que aumentan las temperaturas globales, se espera que los glaciares en esta área se vuelvan más grandes, generando más agua de deshielo y, por lo tanto, aumentando el riesgo de derrame.

El Ártico, "un terreno fértil para pandemias emergentes"

Los hallazgos revelan que "el riesgo de propagación aumenta con la escorrentía del derretimiento de los glaciares, un indicador del cambio climático". Los investigadores alertan que si el cambio climático también desplaza la gama de especies que son posibles vectores virales y reservorios hacia el norte, "el Alto Ártico podría convertirse en terreno fértil para pandemias emergentes", indica en un comunicado Stéphane Aris-Brosou, profesor asociado en el Departamento de Biología de la Universidad de Ottawa (Canadá) y uno de los autores.

El Alto Ártico es de especial interés, "ya que se ve particularmente afectado por el cambio climático, calentándose más rápido que el resto del mundo". Como consecuencia, las especies de animales se verían obligadas a desplazarse por la destrucción de sus hábitats y por los efectos de la actividad humana.

El profesor Aris-Brosou subraya que los hallazgos podrían presentar un escenario similar a la aparición del ébola y el SARS-CoV-2 en el que se produce una "exposición repetida a nuevos huéspedes que carecen de inmunidad a estos virus".

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