Reducir mano de obra. Cambiar los famosos gestos de quienes hacen la masa de la pizza a manos por un robot capaz de hacer multitud de ellas en mucho menos tiempo. Y todo ello dentro de un camión que va vendiendo la comida bajo el modelo food truck. Eso es lo que ha convencido a Jay-Z para invertir una cantidad importante de millones en Stellar Pizza.

A través de su firma Marcy Venture Partners, el rapero y productor musical de 52 años le ha dado una partida de 16,5 millones de dólares (que entra dentro de una ronda de financiamiento de clase A que ha hecho la compañía) a Stellar Pizza, el nombre de una empresa de tecnología alimentaria cofundada por Benson Tsai, Brian Langone y James Wahawisan, todos ellos antiguos ingenieros en la empresa de Elon Musk, SpaceX.

"Lo que estamos tratando de hacer es muy difícil, por lo que necesitaba reclutar [dentro de SpaceX]a los mejores y más brillantes para desarrollar una pizzería móvil que, básicamente, una nave espacial sobre ruedas", le ha confesado Tsai, sin ánimo de exagerar, a la revista Fortune. "Ni siquiera soy capaz de contar el número de pizzas [que hace]", ha declarado.

Beyoncé cumple 41 años por todo lo alto: la diva de la música internacional renace

Pero lo cierto es que él mismo se ha respondido justo después: "Las salsas y los ingredientes se añaden antes de que se cocinen en su horno. A continuación, el propio robot inteligente la corta en porciones y la empaqueta para servirla. En un solo día se pueden hacer unas 420 pizzas".

Su idea, además, era eliminar la mano de obra (no necesita puestos de trabajo en cocina, solo el conductor del camión) y no pagar el alquiler comercial de ningún local, justo en un momento en el que la industria alimentaria en Estados Unidos está negociando con los trabajadores ya que tiene la tasa de abandono más alta (5,4%) debido a los bajos salarios, según ha informado su Cámara de Comercio.

Stellar Pizza, que según sus fundadores también puede entregar las pizzas a domicilio, comenzará a rodar este otoño en la Universidad de California, para testar tanto el producto como la recepción por parte de los consumidores más próximos al público objetivo.

Por su parte, Jay-Z es un avezado inversor que no tiene problemas en perder algo de dinero con algunas de las firmas que auspicia. El rapero ha invertido su fortuna tanto en empresas de equipos de fitness como CLMBR (justo después, además, de que su esposa Beyoncé se asociara con la aplicación de fitness de la casa rival, Peloton) como en auténticos pelotazos económicos como en la marca de bienestar corporal Therabody o, cuando comenzaba, en la línea de lencería Savage x Fenty de su amiga Rihanna.

Habrá que ver si es así como funciona el negocio de Stellar Pizza o si la food truck de los extrabajadores de Elon Musk no acaba como algún que otro producto e idea del multimillonario sudafricano.