Liz Truss, en la picota tras menos de un mes en Downing Street: ¿la última primera ministra de Isabel II será la más breve?

La primera ministra inglesa, Liz Truss, a su llegada a la Abadía de Westminster donde se celebra el funeral de la reina Isabel II.
La primera ministra inglesa, Liz Truss, en el funeral de la reina Isabel II.
EP
La primera ministra inglesa, Liz Truss, a su llegada a la Abadía de Westminster donde se celebra el funeral de la reina Isabel II.
La primera ministra inglesa, Liz Truss, en el funeral de la reina Isabel II.
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De niña, Liz Truss salía a la calle a manifestarse contra Margaret Thatcher. "Fuera Maggie", gritaba secundando a sus padres, que eran y son laboristas. Luego Lizz creció, adoptó su propia postura y, lejos de seguir el ejemplo de sus progenitores, se hizo del partido conservadora e incluso thatcheriana.

Tanto ha sido su entusiasmo por la Dama de Hierro que cuando Truss ha llegado a la política ha rescatado su viejo catecismo thatcheriano y, sin reparar en que el tiempo ha pasado -incluso para Maggie-, lo ha aplicado en cuanto ha tenido oportunidad.

Eso fue el viernes 23 de septiembre. Hoy, sólo diez días después, la primera ministra del Reino Unido ha aprendido la lección: con la economía no valen dogmas y con la política, tampoco.

Es tan tensa la situación que Truss ha provocado en poco más de una semana, que muchos analistas -y muchos compañeros de partido- ya ponen en duda su continuidad. Y eso que no ha cumplido ni un mes en el cargo. ¿Será la última primera ministra de Isabel II la más breve?

Truss no ha cumplido ni un mes en su cargo. ¿Será la última primera ministra de Isabel II la más breve?

Su ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, anunció el día 23 del mes pasado que el Gobierno bajaría el impuesto sobre la renta a partir de abril de 2023 y que recortaría el impuesto sobre la compra de viviendas en Inglaterra e Irlanda del Norte, como parte de un plan de crecimiento para estimular la economía.

¿Estímulo? Ese mismo día la libra empezó a desplomarse. Ese viernes cayó un 3% y un 4% el lunes siguiente. La moneda británica alcanzó frente al dólar estadounidense su nivel más bajo de la historia, a pocos pasos de la paridad.

Las medidas de Truss, con la mediación de Kwarteng, habían conseguido todo lo contrario de lo que pretendían. Habían abierto la caja de los truenos: las dudas sobre la estabilidad de las finanzas del Reino Unido.

"Lo entendemos y hemos escuchado"

La inquilina del 10 de Downing Street ha tenido todo el fin de semana para reflexionar... y para recibir las llamadas de sus compañeros tories, alarmados por cómo ha dilapidado en menos de un mes el crédito del partido. El resultado lo hemos visto este lunes: Truss empieza a rectificar.

Su ministro de Economía ha anunciado que el Gobierno renunciará a bajar el tramo más alto del impuesto sobre la renta del 45% al 40%. Dice Kwarteng que esta bajada "se había convertido en una distracción" en su misión primordial. "Lo entendemos y hemos escuchado", ha escrito el responsable de las fianzas del gabinete Truss. La libra ya ha empezado a recuperarse, pero tal vez ya sea tarde para la deuda y para las hipotecas.

El ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng
El ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng
EFE

El ministro reconoce su error. "Se trata de escuchar a la gente, entender realmente dónde está y tener la humildad de decir: 'Miren, nos equivocamos y no vamos a proceder a la supresión de la tasa'", ha declarado esta mañana en el programa Today de Radio 4 de la BBC.

Se trata de escuchar a la gente, entender dónde está y tener la humildad de decir: 'Miren, nos equivocamos'"

Pero, ¿quién ha rectificado a quién? Porque este mismo domingo Liz Truss dijo que iba a seguir adelante con el recorte de impuestos. Ha explicado Kwarteng que habló con su jefa: "Estábamos asimilando la reacción y pensábamos: ¿Qué vamos a hacer?". Asegura que estaban de acuerdo y que trabajan "como parte del mismo gobierno".

Según el ministro de Economía, el Ejecutivo está preparando un "plan fiscal" a medio plazo que se entregará en las próximas semanas. Deben esperar 51 días porque es cuando la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria podrá presentar sus previsiones. Podría ser una bajada del 20% al 19% del tramo más bajo del impuesto sobre la renta. Dice Kwarteng que no se anunciarían más recortes fiscales antes de esa fecha.

El peligro para Truss es el fuego amigo

La base del problema, del desastre generado por las medidas anunciadas el día 23, eran -y son- las dudas sobre la capacidad del Ejecutivo británico de asumir la deuda pública generada por la bajada de impuestos, ante la ausencia de previsiones de crecimiento.

El Gobierno ha destruido su credibilidad económica y ha dañado la confianza en la economía británica"

Con las medidas propuestas, el Estado iba a dejar de ingresar unos 45.000 millones de libras. Pero Truss también quería gastar 60.000 millones en ayudas a hogares y empresas para hacer frente a la subida de los precios de la energía. Para sufragar ambas cosas, Economía desveló un incremento adicional de la deuda pública para este ejercicio de 72.000 millones de libras. Las cuentas no salían.

La líder de los conservadores corrige, pero el daño ya está hecho. Eso piensan los laboristas. La ministra de Economía en la sombra, Rachel Reeves, cree que el aumento del coste de los préstamos ya se ha producido y que eso significará unos tipos de interés hipotecarios más altos, detalla la BBC.

"El Gobierno ha destruido su credibilidad económica y ha dañado la confianza en la economía británica", asegura Reeves. "Los tories tienen que revertir toda su desacreditada estrategia económica de goteo", ha dicho la diputada laborista.

Este humillante giro de 180 grados llega demasiado tarde para los millones de personas que ven cómo se disparan el interés de sus hipotecas"

Desde los liberales, Ed Davey ha pedido la dimisión de Kwarteng después de anunciar su marcha atrás. Davey ha acogido con satisfacción el cambio de rumbo, pero dce que el ministro tenía que irse porque "ya no tiene ninguna credibilidad". En la BBC, Kwarteng ha asegurado que no había pensado en dimitir.

"Este humillante giro de 180 grados llega demasiado tarde para los millones de personas que ven cómo se disparan los tipos de interés de sus hipotecas por culpa de esta chapuza de presupuesto. Los conservadores deben cancelar ahora su congreso anual y convocar al Parlamento para solucionar este lío por el bien del país", ha pedido Davey.

El cabreo de los tories llega a Downing Street

Sin embargo a la primera ministra no le preocupa tanto la munición que dispara la oposición como el fuego amigo. Como explica The Guardian: "El repentino cambio de rumbo se produjo al darse cuenta en Downing Street de que tantos diputados conservadores se oponían a la política que podría ser rechazada en el Parlamento, en medio de la preocupación de los votantes por el aumento de los costes hipotecarios".

Truss se ahogaría en una placa de Petri"

Ya este fin de semana el exministro del gabinete Grant Shapps aprovechó una columna en el Times para decir que "no es el momento de hacer grandes regalos a los que menos los necesitan" porque "cuando el dolor está cerca, el dolor debe ser compartido". En su opinión todo se trataba de "un error no forzado que está dañando la credibilidad económica del Gobierno".

Otro exministro, Michael Gove, ha calificado el plan de "no conservador". Y lo ha hecho después de recorrer reuniones y corrillos del congreso anual del partido en Birmingham esta semana. Goven ha llegado a insinuar que podría votar en contra del plan de Truss.

Tras anunciar su plan fiscal, Kwarteng asistió a un acto con gestores de fondos que se beneficiarían de una caída de la libra

Otros tories han sido más duros. Un diputado que apoyó a Rishi Sunak en la elección del liderazgo le ha dicho a PoliticsHome que la última semana había demostrado que Truss "se ahogaría en una placa de Petri".

Ya no sólo está en discusión el liderazgo de Liz Truss sino incluso su capacidad. La primera ministra podría dar un primer paso para salvar su cabeza: ofrecer la de Kwarteng. Tal vez le ayude a decidirse la información que ha revelado The Sunday Times. Después de anunciar su plan fiscal, aquel viernes 23, el ministro de Economía asistió a una recepción privada con champán con gestores de fondos de cobertura; personas que se beneficiarían de una caída de la libra... justo lo que pasó.

Algunos tories especulan con la posibilidad de un golpe rápido para destituirla si no consigue enderezar la situación"

Pero tal vez eso ya no baste. "Echar a Kwarteng no sólo sería doloroso para Truss -son viejos amigos- sino que sería una dramática admisión de derrota. Los tories saben que Truss, al igual que Kwarteng, estaba detrás del plan", dice este lunes el Financial Times.

"Si los tipos de interés están al 5% en Navidad y nuestros electores no pueden pagar sus hipotecas, la gente no se quedará de brazos cruzados", le ha dicho a este periódico un diputado tory. Según FT, destituir a una primera ministra que lleva menos de un mes en el cargo sería una decisión extrema, "pero algunos tories especulan con la posibilidad de un golpe rápido para destituirla si no consigue enderezar la situación".

Así las cosas, las encuestas no favorecen a Liz Truss. En un momento no especialmente brillante del partido laborista, los sondeos comienzan a sonreírles frente a un partido conservador en clara caída.

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