Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el pasado mes de febrero, los rumores sobre la salud del presidente ruso, Vladimir Putin, no han dejado de difundirse, sobre todo tras cada aparición pública.

La última tuvo lugar el jueves por la tarde, cuando celebró un acto multitudinario en Moscú para celebrar la anexión de cuatro provincias u óblasts ucranianos, y ofreció un discurso al respecto.

Coincidiendo con este acto, ha surgido un informe nuevo en un canal de Telegram, el general SVR, en el que se dice que antes de una reunión, Putin "se quejó de un dolor intenso en la cavidad abdominal, que no podía detenerse rápidamente, y se pasó la reunión inclinándose hacia adelante, tratando de mantener una postura natural".

"La oncología de Putin está progresando y, a pesar del tratamiento adecuado últimamente, el dolor no siempre se alivia por completo", dice el canal de Telegram, citado por The Sun.

"Debe entenderse que el deplorable estado de salud física y mental del presidente afecta la adopción de decisiones clave. Putin no quiere cambiar la historia, quiere acabar con ella", concluyen.