En cada funeral se generan casi 30 kilos de dióxido carbono. Si multiplicamos por 400.000, las muertes al año en España , urge tomar medidas contra tanta contaminación.
La industria funeraria se recicla, pero las recomendaciones para reducir la huella de carbono van más allá. Y por eso el PSOE recomienda incinerar a los fallecidos, vestidos con textiles naturales, reducir los procesos de manipulación de cadáveres con productos químicos y utilizar ataúdes de maderas no tratadas o cartón ondulado.
Los hornos crematorios también suponen un importante foco de emisión. Ubicarlos en suelo industrial y mejorar sus sistemas de filtrado, también son necesarios para proteger el medio ambiente.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios