La princesa Mette-Marit de Noruega se vio obligada a ausentarse de su último compromiso oficial cuando comenzó a sentirse mal. Tan solo un mes después de enfrentarse al coronavirus, la esposa del príncipe Haakon tuvo que abandonar por problemas de salud el acto público en el que se encontraba.

Parece ser que esa retirada se debe a la medicación que Marit toma para afrontar la fibrosis pulmonar que sufre. Por eso mismo, la casa real de Noruega tuvo que cancelar los compromisos que tenía en su agenda para este martes.

Entre esos actos destacaba la reunión que Mette-Marit tenía planeada en el centro de mujeres Stella de la Cruz Roja en Oslo, para celebrar su décimo aniversario. 

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Desde que la princesa anunció públicamente que tiene diagnosticada una fibrosis pulmonar, ha tenido que bajar el ritmo de vida y reorganizar su agenda para encontrar momentos de mayor descanso, llegando a cancelar importantes eventos de la casa real. 

Debido a ese problema de salud, su positivo en Covid-19 tenía un riesgo mayor, que no ha provocado males mayores, puesto que ya parece estar recuperada y, por eso mismo, había vuelto a poner en orden su agenda.