Diferencias entre los gatos criados a mano y los que crecen con su madre y hermanos: "Pueden aparecer problemas de conducta"

Un cachorro de gato en una foto de archivo.
Un cachorro de gato en una foto de archivo.
Eichinger / GTRES
Un cachorro de gato en una foto de archivo.

Cualquier amante de los animales sabe o ha oído alguna vez que los cachorros de gato son muy delicados. Cuando no nos queda más opción que criarlos en casa, ya sea por alguna enfermedad de la madre, su muerte o por un número muy alto de cachorros que impida que la madre pueda hacerse cargo del gatito, debemos de tener muchos factores en cuenta, ya que por la mañana pueden estar sanos y perfectos y por la noche estar al borde de la muerte.

"La crianza a mano, de gatitos, fisiológicamente hablando, es más complicada que la de los perros. Por ejemplo, tiene un mayor índice de mortalidad sin la presencia de enfermedades específicas que lo justifiquen", afirma Mireia Berenguer, especialista en conducta felina por la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM por sus siglas en inglés) y educadora canina en Kireba.

Berenguer aclara que la crianza a mano desde el punto de vista comportamental "es un tema sobre el que no hay muchos estudios" y sobre el que "aún queda mucho por descubrir y documentar". "Por mucho que lo intentemos, pertenecemos a otra especie con una etología absolutamente diferente y, por tanto, no podemos igualar las experiencias comportamentales que tendrá un gatito a las que adquiriría con su madre y camada", expresa.

"Siempre que sea posible debemos dejar que el cachorro se críe con su madre y, de no ser posible, valorar primero la opción de que el cachorro sea adoptado en otra camada y se críe con otra madre y sus crías", recomienda la especialista en conducta felina. "

Diferencias en el comportamiento

Pero, ¿por qué es tan importante que el gato se críe con su madre y la camada? La especialista en conducta felina explica que las diferencias en el comportamiento pueden llegar a causar problemas en la convivencia en nuestros hogares.

Tanto de cachorros como de adultos, los gatos que se crían en casa con nosotros tendrán diferencias comportamentales respecto a aquellos que lo hacen con su madre y camada. "Algo que se agudiza si, además, se ha criado solo, es decir, también sin hermanos", explica Berenguer.

"Por ejemplo, tienen dificultades para leer la conducta de los demás gatos, no reconocen cuándo deben dar espacio a otro gato y cuándo parar el juego, mordida y arañazo, más frecuentes durante el juego", detalla. "También tienen menor tolerancia a la frustración y no presentan tanta conducta exploratoria".

Aunque parecen ser más amigables con la gente, los gatos criados a mano pueden presentar problemas de conducta como la agresión por frustración

Otra de las diferencias es que suelen realizar "un menor acicalamiento, conducta de rascado y una mayor dificultad para acostumbrarse a objetos y entorno nuevos en la edad adulta", añade la experta. "Aunque parecen ser más amigables con la gente".

En este sentido, alguno de estos cambios en el comportamiento del gato puede causarnos problemas ya que, por ejemplo, en la etapa del destete, la madre de forma progresiva va impidiendo que los cachorros accedan a mamar. "Se va separando de ellos a ratos, se coloca en lugares inaccesibles para las crías... es un proceso de aprendizaje natural de los gatos por el cual empiezan a probar nuevos alimentos y a cazar", detalla Berenguer.

"Como ya he mencionado, los gatos criados a mano carecen de este aprendizaje y, por tanto, parecen tener menor tolerancia a la frustración, pudiendo aparecer problemas de conducta como la agresión por frustración", concluye.

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