La polémica por la celebración del Toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid) se repite cada año. Los grupos animalistas llevan varios años pidiendo la supresión de esta festividad por considerarla un auténtico maltrato al animal.

Sin embargo, no solo el municipio se ha visto perjudicado por las opiniones políticas, sino también los comercios de la localidad. Así, este viernes, Espejo Público ha contactado con un pastelero que denuncia estar sufriendo un boicot.

"Somos una empresa ajena con una opinión neutral y hacemos pasteles", ha destacado el dueño del negocio, tratando de desmarcarse de los conflictos políticos que rodean al municipio vallisoletano.

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De la misma manera, el propietario ha agregado que, aunque su abuelo decidió nombrar a los polvorones como 'polvorones Toro de Vega', hace algunos años decidieron modificar este título por 'polvorones Toro'. Un cambio que, según el pastelero, se debe a que "es como los conoce la gente".

Pese al boicot, el pastelero ha apuntado: "Llevamos unos años en los que estamos creciendo muchísimo. El año pasado fue el año que más crecimos, un 33%. Pero nosotros somos una marca a nivel nacional y esto nos afecta a nuestra imagen".