La semana pasada teníamos una cita importante los y las madrileñas: el Debate sobre el estado de la Región de Madrid. Este tipo de debates suelen servir para hacer un diagnóstico de la situación de la Comunidad de Madrid y de los objetivos electorales cumplidos.

Sin embargo, Ayuso no se salió de su guion. Una vez más la presidenta se dedicó a tratar de atacar al presidente Sánchez. Ella vuelve a demostrar que entiende su responsabilidad al frente de su Gobierno autonómico como un trampolín a la política nacional y no como una oportunidad de hacer algo por quienes vivimos aquí.

La intervención leída de la presidenta se saldó con una parte de ataques inconexos e ilógicos a Pedro Sánchez y otra parte donde se dedicó a prometer aquello a lo que se comprometió en las elecciones pasadas. A prometer por segunda vez en año y medio. "Parece que Ayuso, más que estar en la puerta del Sol, está en la luna", mencionaba Juan Lobato. Como poco, añado yo. En vez de estar tratando de buscar soluciones dentro de sus capacidades y competencias como presidenta, ella se dedica a tratar de marca el ritmo y el camino a Feijóo. Él sabrá lo que hace, pero cada día tiene más complicado explicar a la ciudadanía cómo es posible que la derecha europea copie y apoye las mismas medidas que habíamos impulsado en el Gobierno presidido por Pedro Sánchez meses atrás.

Queda menos para que cambie Madrid. Madrid lo necesita

Mientras Europa y el Gobierno de España caminan de la mano, el PP de Feijóo y Ayuso continúa torpedeando las medidas sociales que impulsa la izquierda. Es tal la desconexión con la realidad que tienen los del Génova, que llegan a exigir que se prorroguen las mismas medidas que votaron en contra cuando las presentamos.

Ayuso, como presidenta, ha tenido ya años para tratar de buscar soluciones a los problemas de los madrileños. Pero no ha sido así: ni se ha bajado la lista de espera para los servicios médicos ni tenemos un mejor transporte público y el problema de la vivienda para los jóvenes en Madrid sigue sin ser resuelto.

Queda menos para que cambie Madrid. Madrid lo necesita.