¿Otra guerra a las puertas de Europa? El mundo se moviliza para evitar que Armenia y Azerbaiyán entren de nuevo en conflicto

Funeral en Baku, Azerbaiyán, por un militar azerbaiyano muerto durante los choques contra el ejército de Armenia.
Funeral en Baku, Azerbaiyán, este miércoles, por un militar azerbaiyano muerto durante los últimos choques contra el ejército de Armenia.
ROMAN ISMAYILOV / EFE
Funeral en Baku, Azerbaiyán, por un militar azerbaiyano muerto durante los choques contra el ejército de Armenia.

La comunidad internacional se está movilizando para evitar una guerra entre Armenia y Azerbaiyán, a los que llama a cumplir el alto el fuego, declarado el martes e infringido desde entonces en repetidas ocasiones.

El primero en llegar a la región fue el enviado de la Unión Europea, Toivo Klaar, quien se reunió con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, y le expresó su preocupación por los combates que estallaron en la frontera armenio-azerbaiyana después de que Ereván acusara a las fuerzas de Bakú de atacar su territorio soberano.

Señaló asimismo que los líderes comunitarios están en contacto con los dirigentes de Armenia y Azerbaiyán para promover una solución pacífica al enfrentamiento. El emisario de la UE continuará su viaje mañana en Armenia.

Alíev, por su parte, le transmitió que los sucesos en la frontera, que han dejado más de 150 de militares muertos en ambos bandos, se deben a una "provocación a gran escala cometida por Armenia". Además, el mandatario azerbaiyano denunció que, pese a los pasos dados por su país para estabilizar la situación y eliminar la tensión, "Armenia continúa violando el régimen del alto el fuego".

El Consejo de Seguridad de la ONU abordará la situación

La llegada de Klaar a Azerbaiyán se produjo antes de una reunión que tiene previsto celebrar el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la situación en la región. La región espera también la llegada de los primeros miembros de una misión formada por la alianza miliar postsoviética OTSC para supervisar la situación en la frontera armenio-azerbaiyana, aunque el jefe de la misma aterrizará en el lugar todavía la próxima semana.

Por otro lado, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU, Ned Price, hizo un llamamiento a ambas partes a comprometerse al "cese de las hostilidades".  "El camino a seguir es el de la diplomacia, para así lograr una reducción de las tensiones a largo plazo", declaró Price.

Price precisó que Washington tiene "evidencias significativas" de los ataques azerbaiyanos en territorio armenio y daños que estos causan a la infraestructura de Armenia.

También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, telefoneó a Alíev para pedir que detenga las hostilidades en la frontera con Armenia y respete el alto el fuego entre los dos países y le recordó que Francia y otros Estados europeos se han ofrecido para mediar en el conflicto con Armenia.

Mientras, el papa Francisco expresó este miércoles durante su viaje a Kazajistán su preocupación "por los nuevos focos de tensión en la región del Cáucaso" y pidió rezar para que "la confrontación pacífica y la concordia prevalezcan" en el conflicto armenio-azerbaiyano.

Situación tensa en la frontera

En la tarde del miércoles, Armenia aseguró que la situación en la frontera volvía a ser tensa tras la reanudación de los bombardeos azerbaiyanos, que apuntan tanto a "objetivos civiles" como a militares.

"Desde las 13.00 horas (09.00 GMT) en el segmento de la frontera comprendido entre las localidades de Sotk y Goris el enemigo ha reanudado los ataques de artillería, incluyendo contra localidades ,y se usan activamente los drones de asalto", indica el parte del Ministerio de Defensa.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, dijo este miércoles al intervenir ante el Parlamento que el objetivo ahora es "restaurar la integridad territorial" de Armenia, que debido a la agresión azerbaiyana ha perdido a "al menos 105 militares". "El agresor tiene que salir de nuestro país", aseveró y agregó que desde el inicio de los ataques el 13 de septiembre Azerbaiyán "ha ocupado 10 kilómetros cuadrados" del territorio armenio.

Bakú, a su vez, achacó a Ereván las renovadas tensiones al insistir en que fue Armenia la que infringió el alto el fuego vigente en la zona, causando la muerte de 50 militares azerbaiyanos. 

En la misma línea se ha pronunciado Turquía, fiel aliado de Azerbaiyán y su gran apoyo durante la guerra de otoño de 2020 en Nagorno Karabaj, al culpar a Armenia de las hostilidades y le instó a abandonar su "actitud provocadora y agresiva".

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