El Debate sobre el estado de la Región ha vuelto a la Asamblea de Madrid dos años después. La primera sesión, de las dos totales, la ha protagonizado la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que ha pronunciado un discurso construido sobre un caudal de compromisos a corto plazo -30 medidas y 65 anuncios, según el PP- para los próximos meses y sobre las críticas a Pedro Sánchez, lo que ya es marca de la casa. La clave de bóveda de la intervención, que ha durado algo menos de dos horas y ha sido la única que se ha producido este lunes en la Cámara, ha sido la convocatoria electoral de mayo de 2023.
La Asamblea madrileña, que ha estado envuelta en el aura de las primeras veces porque esta ha sido la primera sesión desde junio, ha escuchado un discurso con medidas de todo tipo con el denominador común de la crisis: desde nuevas rebajas fiscales, en forma de deflactación del IRPF y bonificaciones, a más ayudas sociales y mejoras en la sanidad.
Vestida por completo de azul cobalto, la presidenta Díaz Ayuso se ha subido a la tribuna pocos minutos después del mediodía. En la tribuna de invitados escuchaban atentamente algunos 'pesos pesados' de su partido de ayer y de hoy, como la secretaria general Cuca Gamarra, Ana Pastor y la expresidenta Esperanza Aguirre; y cargos públicos, desde el alcalde y la vicealcaldesa de la capital, José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís, a la delegada del Gobierno, Mercedes Gónzalez.
El comienzo del discurso ha sido sorprendente, pues en primer lugar Díaz Ayuso se ha referido a los incendios forestales que han arrasado miles de hectáreas y han hecho que este sea "un verano de infierno", según sus propias palabras. Se podría decir que ha sido un espejismo, porque no habían pasado diez minutos de intervención cuando el repaso al nefasto estío en materia de incendios ha dejado paso al ya tradicional capítulo de duras críticas a Pedro Sánchez. "Autoritario", "arbitrario", "sin rigor", actuando "a golpe de decreto"... la presidenta madrileña no ha escatimado en críticas al Ejecutivo central.
Alrededor de 30 minutos ha dedicado Díaz Ayuso al panorama político nacional y se ha referido al jefe del Ejecutivo hasta en 11 ocasiones, mientras que apenas ha nombrado a la oposición madrileña. Contra el Ejecutivo central ha recuperado la presidenta resentimientos antiguos, como el estado de alarma decretado solo para la Comunidad de Madrid en octubre de 2020 que ha calificado de "ilegal", y otros más recientes, como las protestadas medidas para ahorrar energía.
La líder madrileña ha asegurado que la política del Gobierno central en la actual crisis está regada de "más trabas, más dificultades y nuevas normas arbitrarias" que, en su opinión, provocarán tanto daño como "los cierres indiscriminados de la pandemia". Frente a esta política, Díaz Ayuso ha esgrimido la 'fórmula Madrid'. "Hay que salir adelante con apertura, la confianza de empresas y consumidores, encarando la vida como hizo Madrid en la pandemia", ha defendido, en una de las muchas ocasiones en las que ha puesto a la región como ejemplo de gestión.
"Tanto la prensa nacional como la internacional han saludado muchas de las medidas e iniciativas de este Gobierno", ha presumido... pero no para "recrearse": el momento "económico, social y político" es "tan grave" que se lo impide, ha asegurado.
Un aluvión de anuncios
El capítulo de críticas al Ejecutivo central ha dejado paso a un catálogo de lo que la propia líder del Ejecutivo ha denominado "retos urgentes" que debe afrontar Madrid. Ha planteado 7: el empobrecimiento generalizado por la alta inflación y los costes de la energía; la vivienda; la sanidad; la defensa de la vida y de la dignidad de los médicos; la educación; la delincuencia, especialmente entre las bandas juveniles y la digitalización.
El grueso de los anuncios que ha planteado en el discurso han girado en torno a estos capítulos, como el adelanto de un año de la deflactación del IRPF, que se aplicará ya en 2022 para contrarrestar la inflación, la decisión de que los nuevos autónomos no paguen la cuota el primer año de actividad, y tampoco el segundo si sus ingresos son menores al SMI, y la implantación de nuevas bonificaciones para el impuesto de la Renta.
En el ámbito de la Educación, además de la mejora salarial a 85.000 docentes, Díaz Ayuso ha avanzado que empezará a utilizar el big data para reducir el fracaso escolar y que habrá un programa Erasmus en Bachillerato. La crisis que golpea ya a miles de familias por la elevada inflación también ha llevado al Gobierno regional a diseñar medidas para las familias con menos recursos, como los desayunos gratuitos para niños de familias que cobren las rentas mínimas de inserción.
En el capítulo sanitario, la presidenta ha insistido en que abrirá todos los puntos de atención de urgencias extrahospitalarias y ha avanzado que los madrileños van a tener asignado odontólogo, matrona, fisioterapeuta o trabajador social y podrán pedirles cita "directamente". También que va a haber una "mayor integración" entre la Atención Primaria y los hospitales, donde los mayores de 65 años tendrán prioridad para ser atendidos.
Además, el Ejecutivo madrileño quiere garantizar una serie de tiempos máximos de espera en sanidad: inferior a los 45 días para cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas; un máximo de 60 días para intervenciones sin riesgo vital; y de 90 días para los procedimientos más comunes. Y en cuanto a la salud mental, se pretende impulsar una línea telefónica atendida por psicólogos para situaciones de crisis.
En cuanto a la vivienda, las medidas que quiere desplegar Díaz Ayuso en la recta final de la legislatura pasan por nuevas ayudas a jóvenes para la compra y alquiler de casas y la rehabilitación de pisos vacíos.
La seguridad ha sido también protagonista: la Comunidad quiere desplegar cámaras de vigilancia en "puntos estratégicos" de la región y reforzar las acciones contra las bandas juveniles en el ámbito de su competencia. También está en la agenda la compra de pistolas táser a las policías municipales y la activación de patrullas con perros especialistas en la detección de drogas en colegios e institutos. Además, se prevé aumentar de los bomberos para llegar a los 2.200 efectivos en 2025.
En el capítulo de anuncios ha habido un recuerdo emocionado para el escritor Javier Marías, fallecido este domingo, pues la presidenta ha avanzando que pondrán su nombre a la biblioteca pública de Moratalaz.
La jornada en la Asamblea ha tenido una nota triste, pues uno de los guardias civiles del servicio de seguridad de la Cámara se ha sentido indispuesto mientras comía y, al ser trasladado al servicio médico, se ha determinado que había sufrido un ictus. Se ha llamado a una UVI móvil que lo ha trasladado al hospital Gregorio Marañón, donde al cierre de esta edición permanecía ingresado en estado grave.
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