La crisis inflacionaria y el despegue del euríbor tras el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) todavía no dan signos de afectar a la solvencia hipotecaria de los españoles. Los datos de ejecuciones hipotecarias (embargos por impago) de vivienda habitual en el segundo trimestre que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) así lo atestiguan.

Según el INE entre abril y junio de 2022 se produjeron un total de 3.165 ejecuciones hipotecarias de vivienda habitual, un 4,1% que en el mismo periodo de 2021 y un 4,7% menos que en el primer trimestre del año. El último dato rompe una tendencia de siete trimestres consecutivos en los que los embargos habían aumentado en términos interanuales. 

Una de las posibles explicaciones a la bajada en los embargos está en el buen comportamiento del empleo registrado hasta el momento. Patricia Herández, directora general de negocio de la inmobiliaria Vía Ágora, sostiene que "sin duda" esta es una de las razones principales. "La EPA del segundo trimestre se saldó con 383.0000 ocupados más y 255.300 parados menos, situando la tasa de paro en el 12,5% y el nivel de ocupación por encima de los 20,4 millones", explica a 20minutos.

Los embargos comenzaron a dispararse en el tercer trimestre de 2020 tras la importante caída registrada durante los meses del confinamiento domiciliario, en la que los juzgados paralizaron toda actividad no urgente por la pandemia.

En el cuarto trimestre de 2020 se superaron las 3.000 ejecuciones, una cifra claramente superior a los registros mensuales anotados en 2018 y 2019. Desde entonces, los embargos parecen haberse estabilizado en torno a los 3.000 mensuales. Una cifra que, no obstante, es casi tres veces más baja que la que se alcanzó en la primera mitad de 2014, cuando se ejecutaban más de 9.000 hipotecas cada trimestre.

Además, conviene recordar que aunque los bancos estén ejecutando hipotecas que los compradores no alcanzan a pagar, el Gobierno prohibió los desahucios en la vivienda habitual en marzo de 2020. Una prohibición que seguirá en vigor todavía al menos hasta que concluya 2022. No obstante, pese al veto a los desalojos, el año pasado se produjeron un total de 41.359 lanzamientos, un 23,4% menos que en 2019, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

A juzgar por los datos de embargos, no parece que los españoles estén todavía mostrando signos de no poder frente a sus cuotas hipotecarias. Una situación que podría empeorar en los próximos meses a medida que el euríbor sigue disparándose y la inflación va haciendo mella en los bolsillos. 

El segundo trimestre del año arrancó con un euríbor a doce meses -la referencia más común para revisar las hipotecas a tipo variable- todavía en el 0% en abril y concluyó con una media del 0,85% en junio. Sin embargo, este tipo de interés de referencia ha alcanzado ya el 1,25% en agosto y todo hace pensar que seguirá escalando en los próximos meses mientras el BCE siga endureciendo su política monetaria.