Los meses de verano además de calurosos, son el momento en el que nos solemos ir de vacaciones, hacer escapadas, visitar otros lugares donde descantar y relajarnos... Algo que muchas veces también hacemos con nuestras mascotas, incluidos nuestros gatos.
Estos felinos son animales muy territoriales, a los que cualquier cambio de entorno les produce estrés, por lo que lo ideal es dejarlo en casa y buscar a una persona que vaya a verlo con frecuencia, que revise o limpie su bandeja de arena, le ponga agua fresca, compruebe que tiene comida y que le haga un poco de compañía.
Sin embargo, hay ocasiones en las que no podremos evitar tener que viajar con ellos, ya sea porque nos trasladamos a otro lugar o porque vamos a estar demasiado tiempo fuera o simplemente no disponemos de nadie que pueda hacerse cargo de él durante unos días.
Por ello, es importante tener en cuenta su bienestar físico y emocional, preparar su equipaje sin olvidarnos de aquello que haga sentir a nuestros gatos como en casa, por ejemplo, sus juguetes, su comida preferida y, por supuesto, las arenas.
Transportines con compartimento para arenas
"Una opción ideal para optimizar la experiencia de viaje de nuestros felinos son los transportines con compartimentos para la arena y el agua", explica Ignacio Duch, experto de Sanicat, marca especialista en arenas para gatos, quién añade que "se pueden complementar con arenas aglomerantes", ya que permiten eliminar los deshechos de forma fácil, evitando los focos de mal olor, que se acrecientan con las altas temperaturas veraniegas.
A la hora de escoger un tipo de arena, también es determinante elegir aquellas que requieran de un mantenimiento menos frecuentes, ya que "ayudarán a optimizar el tiempo de ocio durante el periodo estival, ya que duran libre de olores de siete a diez días", expresa Duch. "Además, el formato es ideal para viajes, ya que es pequeño y ligero".
"Podemos aprovechar la visita al veterinario para identificarlos con microchip si no se ha hecho antes"
Para terminar, es importante prevenir cualquier complicación durante el viaje, por lo que es imprescindible realizar un chequeo previo y comprobar su estado de salud, asegurarnos de que están completamente sanos y listos para afrontar la aventura que les espera con el viaje.
"Asimismo, podemos aprovechar a identificarlos con microchip (si no se ha hecho antes) y consultar al veterinario sobre técnicas y trucos que ayuden a darles tranquilidad a lo largo de toda su experiencia vacacional", concluye Duch.
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