Anabel Pantoja va, poco a poco, adaptándose de nuevo a la civilización tras haber estado tres meses en los Cayos Cochinos. La influencer está más relajada tras la vorágine de emociones vividas a la vuelta, por el reencuentro con Omar Sánchez, su expareja, y todo lo que esto acarrea.
La sevillana ha tomado, de nuevo, las riendas de sus redes sociales con el fin de compartir con su seguidores todos los problemas que está viviendo en su vuelta a la realidad, a parte del ansia por comer y su estado anímico.
"Me molesta el tema de los ruidos, hasta el del aire acondicionado. Paso unas noches de locos, dando vueltas y vueltas...", comentó Anabel en un story a sus 1,7 millones de seguidores de Instagram.
La influencer, durante la grabación de sus historias, fue sorprendida por el claxon de un vehículo: "¡Uy!, me molestan los pitos, las sirenas... todo. Y eso que estamos en agosto en Madrid...".
"La higiene me ha matado, estar sucia es lo peor que me ha podido pasar en este concurso, ser sucia", apuntó también la sobrinísima sobre las manías y secuelas que han hecho mella, en sí misma, a raíz de Supervivientes.
Tres mes descansando a la intemperie, en sacos de dormir sobre la arena y soportando las inclemencias temporales propias del Caribe, modifican considerablemente los hábitos de sueño: "Quiero dormir en el suelo".
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