El Gobierno y el Govern vuelven, ahora sí, a la senda del diálogo. Ambos ejecutivos han acordado convocar una nueva reunión de la mesa de diálogo, la tercera, este miércoles. La cita tendrá lugar en Moncloa, en la sede del Ministerio de la Presidencia. Acudirán el PSOE y Unidas Podemos, socios de la coalición, y ERC, ya que Junts, el socio minoritario del Gobierno catalán, ha optado por declinar la invitación al ver "agotado" el formato.

Así lo confirman fuentes del Ministerio de Presidencia, que apuntan que la cita tendrá lugar a las 10 de la mañana, tras lo que está previsto que comparezcan Félix Bolaños, ministro de Presidencia, y Laura Vilagrà, portavoz del Govern, aunque es más que probable que lo hagan por separado y que la consellera de Presidencia se desplace hasta Blanquerna, sede del Govern en Madrid. Ambos, además, serán quienes lideren las respectivas delegaciones.

Por parte del Ejecutivo asistirán, además de Bolaños, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. En el caso del Gobierno catalán, el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent; el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena; y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga; acompañarán a Vilagrà. Junts finalmente ha decidido no acudir porque creen que es un foro "agotado". Así lo expresó el lunes el vicepresidente y portavoz de JxCat, Josep Rius, que aseguró que el modelo fue pactado entre PSOE y ERC no es eficaz "resolver el conflicto entre Cataluña y España".

El Gobierno renuncia a reformar los delitos de sedición y rebelión como prometió Sánchez

Según fuentes de Moncloa, el Ejecutivo y la Generalitat llegarán a la cita de este miércoles con el trabajo hecho. Es decir, con los anuncios que se vayan a realizar pactados y con los acuerdos casi alcanzados. Eso sí, es total el secretismo impuesto sobre en qué materia podría haber acuerdos. En las delegaciones, la única novedad es la incorporación a la mesa del conseller de Interior, aunque las mismas fuentes evitan confirmar que se llegue a algún acuerdo en dicha materia y achacan su presencia al "equilibrio de fuerzas".

Con todo, no está previsto que sobre la mesa esté la reforma del delito de sedición, una de las peticiones clásicas de ERC. Sin ir más lejos, el líder de los republicanos, Oriol Junqueras, culpó al Gobierno de paralizar dicho cambio del Código Penal por "razones políticas" y advirtió de que este paso podría ayudar a la situación procesal de los líderes del independentismo huidos, como es el caso del expresident Carles Puigdemont.

Ante esas declaraciones, el Ejecutivo ha insistido en la versión que vienen manteniendo desde hace meses: no dan los números. La referencia temporal de los últimos meses se debe a que el año pasado el Gobierno ya trabajó en una posible reforma de ese delito y del de rebelión para "adaptarlos al marco de otros países europeos". La idea era rebajar las penas previstas, pasando de 15 a ocho años de prisión. En enero, Bolaños avanzó que había "otras prioridades". Este martes, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha insistido en la dificultad de reformar ambos tipos, ya que querrían contar con el apoyo del PP, con quien los puentes están casi rotos. Más aún, en lo que a temas judiciales se refiere, con la situación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) enquistada.