El rey Felipe VI ha transmitido este lunes su apoyo y solidaridad a todos los afectados por el "drama" de los incendios que asolan el país desde hace semanas, así como a los efectivos tanto de Protección Civil como de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a los voluntarios que luchan cada día por sofocarlos. Y así, ha reivindicado la fortaleza de los españoles para salir adelante: "Nunca nos ha faltado ni ambición ni coraje".

"Nuestra condolencia sincera a las familias de los fallecidos en estos momentos de profunda tristeza", ha dicho el monarca desde la catedral de Santiago de Compostela, donde ha acudido junto con la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, a la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago.

Desde Galicia, comunidad que también sufre esta ola de incendios, Felipe VI ha trasladado su "cariño y apoyo" y el de toda la Casa Real a "todas las personas que han sufrido y todavía sufren los terribles incendios que asolan" tantos lugares de España. Así, ha tenido un especial recuerdo a todos los que "han perdido sus casas, sus cosechas, sus ganaderías... su modo de vida, la vida misma", y ha trasladado sus "condolencias a las familias de los fallecidos en estos momentos de profunda tristeza".

En este segundo Año Santo del bienio Xacobeo, el rey ha pedido al Apóstol Santiago "la protección de quienes luchan contra el drama, de todas esas personas que, ante esta grave situación, no dudan en ayudar a los demás, demostrando su sólido sentimiento de comunidad" con una entrega "admirable".

Desde la catedral "donde convergen todos los caminos", el monarca también ha tenido un recuerdo para todos los que sufren el "horror de la guerra" que ha "reaparecido en el Viejo Continente", en referencia al conflicto en Ucrania por la invasión rusa.

Para el monarca, "el proyecto europeo conserva intacto su significado", pues todos sus pueblos están "unidos por un origen y un destino, por principios y valores comunes", de modo que ha llamado a reivindicar ahora más que nunca los "valores cívicos, culturales y espirituales del Camino de Santiago". 

"La paz debe marcar siempre el norte de nuestra brújula. Ahora y siempre. Es verdad que la economía, el comercio y la energía condicionan el devenir de nuestra Europa, pero nada tiene sentido si no ponemos la paz y la concordia en el punto central", ha afirmado, en un discurso que ha combinado el castellano y el gallego.

"Nunca nos ha faltado ni ambición ni coraje"

En todo el contexto actual marcado por la guerra y las crisis económicas, el rey ha admitido que "la complejidad de la situación es evidente y supone nuevamente un reto colectivo de gran envergadura", pero ha recordado que en otros momentos de los últimos años otras crisis como la de la pandemia "no ha doblegado" la capacidad de España "para seguir adelante". "Nunca nos ha faltado ambición ni coraje. Porque España tiene valores, los valores de un pueblo responsable, decidido, fuerte, solidario, que ha recorrido su camino con entereza", ha enfatizado.

Como es habitual cada año, el rey y la reina, acompañados de sus hijas, han acudido a la Plaza del Obradoiro de Santiago para la ofrenda al apóstol en el Día de Galicia. A su llegada, han saludado a las autoridades, entre ellas las vicepresidentas primera y segunda del Gobierno, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, respectivamente; el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; su antecesor en el cargo y actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Parlamento gallego, Xosé Sánchez Bugallo, entre otros.

A continuación, ha sonado el himno de España y, acto seguido, el monarca ha pasado revista al desfile de tropas. Muchos vecinos de Santiago se han acercado hasta la plaza para presenciar estos actos con motivo del Día de Galicia, que ha sido escenario de numerosos aplausos a la Familia Real y 'vivas' y vítores a los reyes.

Posteriormente, las autoridades han accedido a la Catedral a través del Pórtico da Gloria en una comitiva dirigida por el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio.