El vendaval en forma de revolución que Pedro Sánchez ha decidido acometer en la dirección del PSOE deja un vencedor. O, más bien, un superviviente: Santos Cerdán. El secretario de Organización será ratificado en su puesto el próximo sábado en el Comité Federal, pese a los rumores que le situaban fuera de la Ejecutiva tras los enfrentamientos vividos con la dimisionaria Adriana Lastra, que hasta el pasado lunes ejercía como vicesecretaria de la formación.

Cerdán es un hombre de la total confianza de Sánchez, ya que ocupó un papel fundamental en la campaña de las primarias que le hicieron volver a liderar el PSOE en 2017. Eso sí, su nombre estaba a la sombra de José Luis Ábalos, otro nombre clave del 'sanchismo' que ocupó el Ministerio de Transportes y la Secretaría de Organización hasta julio del pasado año.

En la última -y sorpresiva- renovación del Consejo de Ministros que acometió el presidente un sábado del verano de 2021, Ábalos cayó en desgracia. El secretario general de los socialistas se deshizo de sus pesos pesados más emblemáticos. Además de Ábalos, también dejaron el Gobierno Carmen Calvo, que dejó de ser vicepresidenta primera, e Iván Redondo, hasta entonces jefe de Gabinete del presidente, que habían vivido duros combates.

La ministra de Hacienda María Jesús Montero sustituye a Lastra como número dos del PSOE

En el partido, Sánchez dividió el poder de forma salomónica. Le dio a Lastra más competencias, aunque diluyó su papel político, y a Cerdán le aupó al puesto de Ábalos como encargado de gestionar la organización de la formación y sus territorios. Tal y como les pasó a Calvo y a Redondo, con el paso del tiempo ambos fueron distanciándose hasta sufrir un enfrentamiento que no tardó en salir a la luz. Había diferencias en la gestión de la comunicación y de equipos.

En un comienzo, la disputa fue soterrada, pero comenzó a airearse en los medios de comunicación con filtraciones. De hecho, Sánchez les abroncó por ello, en un momento delicado para el partido, perdiendo elecciones autonómicas, bajando en las encuestas y sin rentabilizar el tiempo en el Gobierno. No obstante, el presidente no podía cesar a ninguno de los dos, al ser puestos que solo pueden ser modificados por el Comité Federal.

Eso sí, Lastra sorprendió el pasado lunes con una dimisión por "motivos personales" que también escondía causas políticas. El martes, Sánchez comunicó que había decidido reunir al máximo órgano entre congresos para realizar más cambios. Se especuló con la caída de Santos Cerdán. Y es que el precedente de Calvo y Redondo no era un buen presagio para su futuro. 

No obstante, fuentes socialistas han afirmado este jueves que el secretario de Organización conservará el puesto en una Ejecutiva en la que habrá muchos cambios: María Jesús Montero, ministra de Hacienda, será la vicesecretaria general; Patxi López ejercerá como portavoz socialista en el Congreso y Pilar Alegría, del partido. Dejarán su puesto, por tanto, Felipe Sicilia, que era el encargado de comparecer después de las reuniones de la Ejecutiva, y Héctor Gómez, la voz del PSOE en el Congreso.