La jurista y profesora universitaria Esther Giménez-Salinas ha tomado posesión este jueves del cargo del Síndic de Greuges en el Parlament y en su discurso inaugural ha defendido la desjudicialización de los conflictos y ha apostado por modificar determinados delitos como el de sedición adaptándolos al contexto europeo. También ha cargado contra el actual sistema de justicia penal, que ha tildado de obsoleto y anticuado, y ha calificado la cárcel como "un reducto del pasado".

Giménez-Salinas ha insistido en que la sociedad necesita modelos penales menos represores y apostar por medidas penitenciarias como los tratamientos en libertad, los centros de día y el control telemático del condenado. 

La nueva Síndica ha celebrado el hecho de ser la primera mujer en ocupar el cargo y ha prometido que intentará transmitir una mirada femenina a las instituciones. Salinas toma el relevo de Rafael Ribó después de 18 años en el cargo.

En el acto, celebrado en el auditorio del Parlament, han estado presentes la presidenta de la cámara catalana, Laura Borràs, que ha presentado y clausurado la toma de posesión, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. También han asistido las conselleres Tània Verge y Gemma Geis; los expresidentes Artur Mas y José Montilla; el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo; el Síndic saliente, Rafael Ribó, y otros representantes parlamentarios y de los agentes sociales catalanes.

Giménez-Salinas ha asegurado que aprovechará los "cambios y las buenas cosas" que ha impulsado Ribó al frente de la Sindicatura, sobre todo en el campo de los derechos humanos, y le ha agradecido el trabajo realizado.

Por otra parte, ha afirmado que el trabajo en colaboración con Ángel Gabilondo es un "estímulo más" y ha explicado que tienen respeto y confianza mutua aunque no siempre piensen igual y les encante discutir, en sus palabras.