Los míticos toros de la ganadería sevillana de Miura, los más habituales de Sanfermines, han regresado a Pamplona con una veloz carrera que ha permitido ver bonitas zancadas en el último encierro de Sanfermines. 

Los seis morlacos de entre 520 y 625 kilos, tres de ellos colorados, un sardo, un cárdeno oscuro mulato y un negro, ha salido unidos de los corrales. Uno de los toros negros tenía un pequeño tirón en una pata, pero ha sabido salir junto a sus compañeros y terminar la carrera.

Los morlacos han dado bien la curva de Mercaderes y en Estafeta la manada se ha roto en dos, con tres toros delante y los otros tres a unos metros de distancia. La apertura ha dejado a los mozos llevarse buen sabor de boca con carreras bonitas que han dado espectáculo.

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La de Miura es la ganadería que más participaciones suma en el encierro, 53 hasta ahora, y su comportamiento en la carrera no suele dejar heridos por asta, si bien en su de 2019 fueron tres los corneados.

Toros bravos, grandes, los Miura han enfilado rectos y acompasados Telefónica y el callejón hasta entrar en el coso, para meterse en los toriles en tan solo 2 minutos y 14 segundos. 

Este encierro emocionante se ha saldado con un corneado, herido leve en los genitales, y otros cinco corredores en el hospital con contusiones. Así termina la fiesta de los encierros más populares del mundo. Hasta 2023.