Cronología

Partygate, caso Pincher, reforma de la residencia oficial... Todos los escándalos que han abonado la caída de Boris Johnson

Ilustración de Boris Johnson.
Ilustración de Boris Johnson.
Carlos G. Kindelan
Ilustración de Boris Johnson.

La dimisión de Boris Johnson este jueves ha sido el culmen esperado tras las 57 renuncias por parte de miembros de su Gobierno en la última semana. Fue el martes, con la pérdida de confianza de los ministros de Economía y Salud y el nombramiento de Christopher Pincher, cuando empezó la cascada de dimisiones. El final de su legislatura recuerda inevitablemente a su comienzo en Downing Street, una época marcada por la polémica y por las salidas de diferentes diputados.

Pero lo cierto es que toda la legislatura del primer ministro británico ha estado marcada por la polémica. Su arrolladora victoria en 2019, gracias a su férrea defensa del Brexit, se fue diluyendo durante estos tres años por culpa de los escándalos, acusaciones y revelaciones de fiestas ilegales en plena pandemia. 

Reforma de Downing Street

Fue en 2019, al poco de jurar el cargo, cuando Johnson se enfrentó a su primer escándalo: la revelación de unos mensajes de Whatsapp en los que se daba a conocer la reforma del número 10 con fondos de un donante del Partido Conservador.

Los donativos a políticos están estrictamente controlados en Reino Unido, por lo que las 200.000 libras de préstamo, que estimaron los medios británicos, estaban fuera de la legalidad. La reforma estuvo dirigida por un diseñador famoso que incluyó papel pintado dorado en la vivienda de los primeros ministros.

El premier no dio a conocer estas donaciones por lo que fue multado por la Comisión Electoral con 17.800 libras en diciembre de 2019. Finalmente, esta acusación no llegó lejos, tal y como declaró la justicia, ya que no había intención en los mensajes de Johnson.

Puesta en marcha del Brexit

En plenas negociaciones por sacar adelante el Brexit, el Gobierno de Johnson se vio involucrado en una nueva crisis. El pasado verano de 2019 la reina Isabel II ordenó una prórroga parlamentaria a petición de el líder tory, por lo que el 10 de septiembre se suspendió la Cámara y esto fue percibido por algunos como un golpe de estado.

La oposición recibió esta decisión como un intento controvertido para propiciar la salida abrupta de la Unión Europea, a la que la mayoría de la cámara se oponía.

Sin embargo, la prórroga fue anulada por la Justicia Británica por lo que se eliminó del Diario de la Cámara y la actividad continuó sin problemas dejando en el olvido esta rebelión.

Ventajas fiscales

Durante la crisis sanitaria de la covid-19, el primer ministro fue acusado de prometer al empresario James Dyson que no tendría que pagar impuestos adicionales si fabricaba sus respiradores en el Reino Unido para los pacientes de coronavirus. Dyson tiene sede en Singapur y es conocido, sobre todo, por crear aspiradoras domésticas.

Incluso, llegó a encargar 10.000 unidades de CoVent, un diseño realizado por la compañía en 10 días, con un presupuesto de 23 millones de euros. Además, el Gobierno conservador también estuvo relacionado con la financiera anglo-australiana Greensill Capital debido a la relación tan estrecha entre ambos. El exprimer ministro David Cameron presionó a algunos ministros del Gobierno en 2020 para favorecer a la empresa.

Owen Paterson

Ya en 2021, la Comisión de Normas del Parlamento recomendó suspender al diputado y exministro del gabinete, Owen Paterson, ya que había sido acusado de recibir dinero por parte de empresas externas para presionar al Gobierno.

Johnson intentó evitar la suspensión y fue entonces cuando recibió un aluvión de críticas y titulares perjudiciales que desencadenaron la dimisión del legislador Paterson.

Esto tuvo como consecuencia la pérdida del escaño, que había estado en manos conservadoras durante casi 200 años, a favor de los demócratas liberales en las elecciones parciales de diciembre.

Partygate

La crisis sanitaria del coronavirus trajo consigo dos polémicas para Johnson. La primera, la de los respiradores. La segunda, el partygate, el nombre que los medios británicos dieron a la celebración de fiestas en la vivienda del premier durante el confinamiento decretado en Reino Unido, cuando los británicos no podían salir de sus casas. Estas reuniones tenían como protagonista al dirigente británico saltándose todas las restricciones impuestas por su mando, por lo que no pasaron desapercibidas entre la oposición y la ciudadanía.

Ante la publicación de estas informaciones el propio Johnson negó que fuesen ciertas para más tarde afirmar que creía que eran eventos de trabajo, lo que desencadenó una mala gestión de esta crisis.

Además, el líder británico fue multado por estas celebraciones, convirtiéndole en el único primer ministro en el cargo que ha violado la ley.

Entre algunas de las fiestas más destacadas a las que asistió el primer ministro se encuentra la noche de la víspera del funeral del Príncipe Felipe, acto en el que la reina tuvo que despedirse de su esposo tras 74 años respetando las medidas estrictas de seguridad.

Caso Pincher

La acusación de abusos sexuales contra Christopher Pincher, jefe adjunto de los conservadores, ha sido otro de los terremotos políticos que ha sacudido al Gobierno de Johnson

La semana pasada se daba a conocer la renuncia de Pincher como responsable de disciplina parlamentaria de los tories tras filtrarse que habría tocado inapropiadamente a dos hombres en un club privado.

Además, medios británicos también revelaron que el dirigente británico estaba al tanto de la conducta inapropiada de su compañero de partido. Pincher no ha admitido las acusaciones pero sí que ha enviado una carta al dirigente británico en la que detallaba que la noche anterior había bebido demasiado y se había avergonzado a sí mismo y a otros.

Ya en 2017 fue acusado por comportamiento inadecuado por lo que tuvo que renunciar a su cargo honorífico de la Casa Real británica. Desde entonces, mantuvo un perfil bajo hasta que el el mandatario británico lo llevó a primera línea del Gobierno en 2019. Pincher nunca ha sido muy conocido a nivel nacional pero se ha creado una reputación como hombre leal del premier.

El Gobierno británico había tenido problemas a la hora de respaldar la figura de Pincher en el ejecutivo y el pasado martes manifestó que "fue un error" nombrarlo, pero que el daño ya estaba hecho. Tras esta declaración comenzaron las primeras renuncias que acabarían con el "mejor trabajo del mundo" para Boris Johnson.

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