Los efectivos que están trabajando en la extinción del incendio forestal en Venta del Moro, en Valencia, han tenido que cesar su actividad y se han retirado provisionalmente ante la lluvia intensa que se ha originado en la zona. Los medios terrestres y aéreos tendrán que esperar hasta que las condiciones vuelvan a ser las oportunas para continuar con el trabajo.

La previsión del tiempo estimaba tormentas secas y viento de levante que podrían haber complicado la labor de los operarios para extinguir el incendio. Sin embargo, la lluvia está dando una tregua a los operarios ante un fuego que ha calcinado ya unas 1.300 hectáreas.

Tras visitar el Puesto de Mando Avanzado de los trabajos de extinción del fuego, la consejera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Gabriela Bravo, ha alertado de la "gran complejidad" caracterizada por la orografía, ya que es una zona con un perímetro de 40 kilómetros de masa forestal y barrancos que obstaculizan los trabajos.

El incendio de Venta del Moro en Valencia, "desbordado": afecta ya a 800 hectáreas con "perspectivas bastante negativas"

Además, Bravo ha señalado que la situación meteorológica no ha sido favorable, puesto que las altas temperaturas y los vientos de noroeste han complicado mucho las labores para acabar con el incendio.  

Cerca de 500 efectivos, entre ellos 300 bomberos de los consorcios provinciales y de la Generalitat con apoyo de Castilla-La Mancha y 237 militares desplegados por la Unidad Militar de Emergencia (UME), se encuentran en la zona para actuar en el terreno afectado.

Por otra parte, se han desplazado treinta medios aéreos para intervenir en la extinción del incendio con el apoyo del Gobierno central, Castilla-La Mancha y los recursos propios de la Generalitat Valenciana.