Shakira no está pasando por su mejor momento personal. A los éxitos profesionales no se les unen buenas noticias en lo que a la parte más íntima se refiere. Después de comunicar que Gerard Piqué y ella se separaban tras más de una década juntos y dos hijos en común, la artista colombiana tiene que hacer frente a un problema con Hacienda y al delicado estado de salud de su padre, William Mebarak, tras sufrir una caída importante hace unas semanas. 

Según informa la revista ¡Hola!, el progenitor de la artista, de noventa años, ya había sido dado de alta, pero ha tenido que ser ingresado de nuevo en la clínica Teknon de Barcelona. 

Allí, a las puertas del hospital, la cantante fue fotografiada sin saber que arrastraba otro problema, ya que, siempre según la información, Shakira, nerviosa, descubrió que las dos ruedas de la derecha estaban pinchadas, teniendo que llamar a una grúa.

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La separación entre Shakira y Piqué ha llevado a la cantante a modificar su estrategia en la causa abierta contra ella por fraude fiscal, y que la llevará a juicio. La artista colombiana, acusada de defraudar 14,5 millones de euros a la Hacienda pública española, quiere evitar a toda costa sentarse en el banquillo, con la exposición mediática que eso implicaría en pleno proceso de separación del futbolista.

La cantante, que ha defendido que su conducta en materia tributaria "siempre ha sido intachable", ha dejado en manos de su equipo legal la tarea de buscar un pacto con la Abogacía del Estado y con la Fiscalía para evitar la cárcel si acepta que cometió fraude y paga una multa millonaria, según publica El País.