Esta semana que comienza, moverse por Madrid va a volverse más incómodo que de ordinario. Habrá calles cortadas, atascos imprevistos y algunos servicios, empezando por la hostelería, saturados. Se impone llevarlo con paciencia: como contrapartida, la capital se convertirá en escenario histórico en la búsqueda de garantías de seguridad para el mundo. La reunión de la OTAN será sin dudarlo un acontecimiento de esos que marcan un antes y un después en algo tan importante como es la búsqueda de la paz.

La guerra inesperada y absurda de Ucrania, víctima de la agresión rusa, es el mejor ejemplo de disuasión para los que continúan argumentando que invertir en defensa es un despilfarro y mantener activa y actualizada una organización como la Alianza Atlántica es innecesario o superfluo. En los últimos años hay que reconocer que en el ámbito de la Unión Europea el interés por la OTAN había decaído y los debates sobre su financiación solían ser sometidos a un segundo plano por algunos gobiernos.

El interés por la OTAN había decaído y los debates sobre su financiación solían ser sometidos a un segundo plano

El programa de la cumbre de Madrid es muy importante porque sin duda devolverá al presente y al futuro la atención que requiere. Lo que ocurre en Ucrania será el centro de algunas sesiones, pero lo más importante será lo que se discuta y decida respecto a la necesidad de revitalizar la organización, algo en lo que todos estarán empeñados. La presencia de los máximos líderes mundiales, comenzando por el presidente Biden de Estados Unidos es el mejor reflejo exterior de cuanto se decidirá dentro de las reuniones y en los encuentros bilaterales que mantendrán los dirigentes.

Esta cumbre de Madrid cobra especial importancia para los miembros de la Unión Europea. Veintisiete países por separado siempre tendrán su seguridad más amenazada, igual que acaba de ocurrirle a Ucrania. La OTAN es una garantía de defensa que siempre ha sido necesaria, pero en los momentos actuales se muestra como más imprescindible. Mantener la paz que disfrutamos, justifica todos los sacrificios y trastornos que esta semana va a depararnos.