La copropiedad es un modelo de negocio que cada vez tiene más aceptación en España y el portal especializado en vivienda Idealista ha publicado un reportaje donde revela los pormenores de este sistema.

El interesado en adquirir una segunda residencia en España bajo el modelo de copropiedad debe acudir a una empresa de las que se dedican a ello y transmitirle de cuánto presupuesto dispone, qué ubicación le atrae y cuántas semanas le gustaría disponer del activo.

Según Idealista, las empresas de este tipo dividen la propiedad en ocho partes, para que los propietarios puedan comprar un mínimo de una fracción y un máximo de cuatro. 

Los gastos se reparten entre los propietarios y el derecho a disfrute por fracción es de seis semanas al año, incluida una semana en temporada alta, como mínimo, con un total de 44 noches al año por octavo.

Los compradores ejecutan la copropiedad a través de una sociedad limitada y los copropietarios son los titulares de la S. L. en su totalidad, que es la dueña del inmueble.

Casi todas de empresas ofrecen la posibilidad de quedarse ellas mismas como administradores y gestores de la S. L. para que los propietarios queden liberados liberar de trámites y burocracia.

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En España, la gran mayoría de empresas de este tipo trabajan con activos de semilujo. Son casas o villas que pueden costar siete millones de euros. Al dividirlas en ocho partes, cada socio tiene que invertir unos 800.000 euros.

No obstante, hay un segmento medio de casas de menos de dos millones con una aportación por persona de entre 150.000 euros y 300.000 euros.

Y según Idealista, acaba de nacer hace pocas semanas una empresa, Suomma, que busca propietarios que puedan desembolsar entre 50.000 y 100.000 euros por la participación de una de sus viviendas.

En cuanto al tiempo de disfrute, el propietario podrá disfrutar como mínimo una semana de la vivienda en temporada alta, que dependerá de si es en la playa o la montaña.

Algunas compañías no permiten que los propietarios arrienden la vivienda, pero otras sí que dan luz verde. En todos los casos, se puede vender tu parte a quien tú quieras y por el precio que quieras. La mayoría de estas viviendas, por cierto, están en zonas costeras del Mediterráneo.

¿En qué se diferencia de la multipopriedad? Idealista cita al CEO de una de las empresas, Vivla: "La realidad es que con la multipropiedad no eras propietario de nada, sólo pagabas por un derecho de uso, pero al finalizar no eras propietario. En la compra fraccionada el interesado se convierte desde el primer momento en propietario del inmueble en cuestión, en función de lo que haya pagado. Esto significa que ha realizado una inversión inmobiliaria y que en cualquier momento puede deshacer su posición vendiendo su parte de esta".